Socios de Uber también protestan en Mérida

Tal y como ocurrió ayer en la Ciudad de México, donde socios de Ubér protestaron contra la empresa, en Mérida también ocurrieron las primeras manifestaciones de los asociados de la compañía.
Aunque las causas de las protestas de los socios de Mérida son distintas a las de sus similares capitalinos, la inconformidad de los agremiados yucatecos también demuestra que no todo es miel sobre hojuelas en la compañía y no es el gran negocio que supuestamente representaría para algunos.
En la Ciudad de México, los socios protestaron porque, entre otras cosas, ya hay un número excesivo de vehículos prestando el servicio, lo que repercute en sus ingresos
En Mérida, algunos socios lo hicieron porque la compañía les canceló sin motivo alguno sus cuentas, de manera que no pudieron prestar el servicio.
Los vehículos quedaron deshabilitados automáticamente, de manera que no se les pudo utiliza cuando algún cliente contrató un viaje.
Entre el miércoles y el viernes, unos 30 socios tuvieron el problema, por lo que acudieron a protestar a las oficinas de la compañía en el Pasaje Camino Real.
Sin embargo, se quejaron del trato ineficiente y hasta prepotente de los empleados, quienes no supieron resolver el problema y les dijeron que se pusieran en contacto vía correo electrónico con el departamento de soporte de la empresa, toda vez que era un fallo técnico del portal con el que trabajan los socios,
Según explicaron al ingresar al portal para hacer sus operaciones, como traspasos o generar sus estados de cuenta para la contabilidad que llevan, se encontraron que no podían hacer mucho porque sus cuentas estaban inhabilitadas.
«La cuenta de socio que usas para tu viaje ha sido deshabilitada, ponte en contacto con support@uber.com para resolver el problema» -se leyó en la pantalla de uno de los dueños de autos que prestan el servicio.
A varios socios, entre ellos a Miguel Herrera Flores, les apareció el mismo mensaje, por lo que fueron a protestar, aunque debido a que lo hicieron solo los afectados la queja no se hizo pública, como si se sucedió en la ciudad de México.
El problema se fue resolviendo paulatinamente, aunque otros socios aún tienen complicaciones y no pueden prestar el servicio, incluso pasaron el fin de semana sin trabajar.
A pesar de ello, la plataforma sigue funcionando normal para los usuarios, de manera que la gente que contrata u viaje lo recibe, gracias a que hay más vehículos con derechos vigentes que los inhabilitados.
El único problema para los clientes fue que las unidades tardaron en llegar entre dos y cinco minutos después de lo acostumbrado, es decir entre 10 y 20 minutos después de solicitado el servicio.
Los socios inconformes dijeron al portal www.formalprision.com que si bien fue un problema técnico que no repercutió en la ciudadanía, a ellos si los afectó porque pasaron dos o tres días sin mover sus unidades, absorbiendo gastos que esto implica, ya que no es un secreto que algunos socios usan ‘martillos’, como lo hace el FUTV y otras agrupaciones de taxistas.
Además, señalaron que no fue fácil que la empresa les resolviera el problema y mucho menos que los atendieran con cordialidad.
Reconocieron que se vislumbran más problemas, pues el número de socios ha crecido y la empresa no les ha dicho si los va a limitar, aunque por el momento hay un número ideal para que todos realicen varios viajes al día
En la Ciudad de México hubo una rebelión de choferes, que indica que la luna de miel con Uber ya se acabó,, pues en el trío uberiano los únicos que ahora ganan son la empresa y los usuarios, pero la cuerda comienza a estirarse y no tardará en romperse por el lado de los choferes.