La ‘mala fortuna’ de una meridana cuyo matrimonio no fue registrado por las autoridades ha generado furor en internet, donde su caso ya es viral.
Aunque la protagonista de esta historia, identificada como Sugey Sosa, se lamenta de su situación, decenas de internautas la ‘felicitan’ y envidian por lo sucedido.
Todo empezó cuando Sugey utilizó su cuenta de Facebook para exponer su ‘tragedia’, señalando que el año pasado se casó por lo civil con Santos Briceño, vecino de Acanceh.
Explicó que para ahorrar gastos se casaron en Homún, donde el trámite se hizo con supuesta regularidad.
Sin embargo, esta semana al acudir al Registro Civil en Mérida a solicitar una copia de su acta de matrimonio, le dijeron que el documento no existe, porque no hay registros del acto.
Entonces, ella fue a Homún, donde le indicaron que por algún motivo no lo registraron en la base de datos, por lo que se debe volver a casar.
«Cómo puede ser posible esto?» -remató Sugey en su ya famoso post.
Las respuestas no se hicieron esperar y al poco tiempo su caso fue viral, pero no por el error de las autoridades, sino por los ‘consejos’ de los internautas, mujeres en su mayoría, que le indican que vea el asunto como ‘ una señal divina» y no se vuelva a casar.
«Aprovecha que ya eres libre», «cómo te envidio», «cásate con otro», «¡cómo no me casé en Homún¡ «eres soltera…dísfrútalo’. «Me casaré en Homún», «búscate uno guapo» -fueron algunos de los comentarios que hicieron los internautas al viralizarse el caso.
Algunos tomaron con seriedad el asunto y le dijeron los pasos a seguir, pero la mayoría ironizó y hasta la felicitó porque podrá rechazar al galán o realizar otra despedida de soltera.
La joven contestó en el mismo tono algunos de los comentarios, bromeando con la posibilidad de cambiar al que creía su esposo legal.
La sorpresa llegó cuando el ‘ahora novio’ le pidió matrimonio de nuevo a través de su cuenta de Facebook e invitando a todos los internautas implicados a la segunda boda.

El asunto seguirá dando de qué hablar, hasta saber si las autoridades enmiendan el error, o si la pareja se casa de nuevo, ahora teniendo como testigo al hijo que han procreado.