Este día se vivió una jornada caótica en las inmediaciones del penal
meridano, luego de que se dispuso el retiro masivo de vehículos mal
estacionados.

Abogados, empleados de los tribunales y familiares de reclusos vieron
con sorpresa que sus vehículos ya no estaban donde los dejaron al llegar.

Y es que los “franeleros” que trabajan en la zona, dispusieron que los
automovilistas se estacionaran en una zona no permitida, lo que motivó la
llegada de varias grúas de la policía para retirar los autos.

El problema es consecuencia directa de los trabajos de la excavación
de lo que será el túnel que unirá el penal con la nueva sede de los juzgados de
oralidad.

La situación fue compleja porque la afluencia al sitio aumentó debido
a que fue día de visitas en el penal.

Los operadores de las grúas llamaron por el altoparlante a los
automovilistas para que retiraran los vehículos que se estacionaron a las
puertas del reclusorio.

Hubo discusiones entre algunos choferes y los «grueros», pero éstos se
mantuvieron firmes en su intención de retirar los autos mal estacionados.  

Por cierto, los dueños de los puestos ubicados frente al reclusorio
mantienen desde hace varios días guardias de 24 horas para evitar que sus
locales sean desmantelados, como se espera que se haga próximamente, ya que las
autoridades han advertido que no se permitirá que sigan funcionando en ese
lugar.(Acoom)