Por error, guaruras de un bar lo golpean y lo invitan a volver gratis

Iván Gandolfi y su novia fueron el sábado a un bar en Argentina, en la localidad de Mar del Plata, hicieron la fila, compraron las entradas y se fueron derechito a disfrutar. Al rato, porque les agarró calor, salieron al patio. Hasta entonces, la noche no prometía nada extraño. Sin embargo, media hora después, el muchacho terminó ensangrentado, tirado en la vereda, sin zapatos y con el rostro desfigurado, según narra el portal 0223.

Un grupo de guaruras, que intentaba terminar con una gresca a puro golpe de puño, agarró sin decir nada a Iván -que miraba la pelea desde la barra- y tras un grito de «ey, para, yo no hice nada», le destrozó la cara a trompadas.

A los golpes llevaron a Iván hasta la puerta y lo dejaron en la vereda. Ni auxilio, ni asistencia, ni nada. Mientras la joven llamaba a su cuñado para que fuera a buscarlos, Iván se reincorporó y reclamó al hombre de la puerta su campera y el bolso de la novia. Fue entonces que el custodio ensayó un polémico pedido de disculpas: «Te pido perdón en nombre de mis compañeros, pero no te puedo devolver el dinero. Lo que sí puedo darte son entradas gratis para la semana que viene», le dijo el hombre «de seguridad».

Luego de los chequeos que le realizaron en una clínica, se constató que sufrió un desvío y fractura de tabique, además de un sinfín de golpes repartidos en todo el cuerpo.

«Quisimos venir a ampliar la declaración porque hay muchas cosas que Iván dijo que no aparecen en la denuncia. La Policía no las incorporó a su declaración», advirtió Graciela, la mamá del joven estudiante.

Entre otras cosas, en el descargo policial no figura el nombre del guarura que se disculpó con Iván y tampoco se hace mención a lo arbitrario de su golpiza.

«Se armó una pelea y nosotros nos fuimos moviendo, precisamente para evitarla. En ese revuelo, una guarura agarra a mi novia y ella se suelta. Entonces otro sujeto la agarra fuerte y yo le digo que la deje, que nosotros no estamos haciendo nada, que la corte. Ahí es que me dice que ella y no nos vamos a tener que ir para afuera y me agarra del brazo. Yo me quiero soltar y me sacan entre muchos. Llegue todo sangrado a la calle», rememoró Iván, con el cuerpo tenso y con la bronca de quién, además de golpeado, se siente humillado: «Todavía no entiendo cómo se le ocurrió ofrecerme entradas gratis para el próximo sábado».

Fuente: Locomundo