Mujeres asesinas sentenciadas a 20 años de cárcel por matar con unainyección letal
El titular del Juzgado Séptimo Penal, Jorge Andrés Vázquez Juan, sentenció a 30 años de prisión al veracruzano Jorge Eduardo Salazar Cayetano y a 20 años a su esposa Erika Elizabeth Tuyín Estrella, al hallarlos culpables de asesinar con una inyección de raticida al administrador del centro nocturno “Las Iguanas”.
Igualmente impuso 20 años de prisión a la tercera implicada, Kathia Isabella Alonzo Briceño,
Los tres fueron responsabilizados de la muerte de Luis Fernando Peraza Escobedo, en una casa de la colonia San Nicolás Norte..
El juzgador también les impuso el pago de 179 mil pesos en concepto de reparación del daño ocasionado y les negó cualquier beneficio, por la saña con la que se produjeron.
Aunque tomaron con resignación la sentencia, los tres anticiparon que inmediatamente apelarán, lo mismo que Guillermina Pinzón Cardoz, fiscal adscrita a dicho juzgado, pero para que les aumenten la pena, pues la Fiscalía solicitaba 40 años de cárcel.
Esta condena empezará a partir del 21 de enero de 2011, cando fueron detenidos.
De acuerdo con el expediente del caso indica que Kathia Isabella envió un mensaje a su hermano Manuel José, indicándole que unos sujetos la mantenían secuestrada en su casa, en la calle 6 entre 33 y 35 de San Nicolás Norte.
Alertados por el presunto secuestro, los policías acudieron y al entrar a la casa, se percataron que en la cocina estaba el cuerpo de un hombre tapado con una sábana.
El cadáver presentaba signos de violencia, por lo que se detuvo a todos los que estaban en la vivienda.
Luego, el veracruzano confesó que le dio muerte a Peraza Escobedo inyectándole raticida, ya que había acordado eliminarlo con su esposa Ericka, pues sabían que tenía 60 mil pesos en un negocio de su propiedad, ya que también era comerciante
La esposa de Salazar Cayetano era amante del ahora occiso, pero su esposo lo sabía, por lo que planearon el crimen, contando con el apoyo de su cuñada Kathia.
Lo citaron en la casa para que los amantes tuvieran un encuentro amoroso, pero fue asesinado con la inyección de raticida.
A Kathia le entregarían 15 mil pesos por ayudar a esconder el cuerpo y luego ellos se irían a Veracruz, pero las cosas salieron mal.
Aún recuerdo cuando salieron las fotografías de estos rateros promiscuos , las mujeres ambas horribles se veían de esas parranderas de tipo cantina asquerosa, que triste lo sucedido a este señor pero pues eso le pasó por andar con ratas de mercado!
Que sea este un ejemplo para los viejos rabo verde, que teniendo pavo en su casa van a comer zopilote en la calle.
El desgraciado que lo inyectó merece morir de igual manera.
Jajaja viejos piojos solo les hacen caso por dinero obvio solo las viejas ratas que no acabaron no la secundaria
" así dijo con lengua soez el anónimo,que odia su origen indígena y que usa anónimo; menciono el New York times"