‘Juez’ y ‘fiscal’ lo citan en D’Fox para sacar de la cárcel a un reo

A los estafadores parece haberles gustado utilizar el nombre del juez Jorge Andrés Vázquez Juan para cometer sus fechorías, como quedó de manifiesto en el caso del abogado trinquetero Alejandro Daniel Velázquez Góngora.

Este sujeto usó el nombre del juzgador, e incluso el de la fiscal Guillermina Pinzón, para timar 40 mil a los familiares de un preso al que supuestamente iba a sacar de la cárcel.

Sin embargo, llama la atención que los parientes del recluso no hayan tenido la más mínima sospecha de que algo no estaba bien por el sitio donde los citaron, es decir, el centro nocturno “D’Fox”, donde supuestamente buscarían un arreglo con el juez y la fiscal (en todo caso ella iría a Foxxy’s).

El expresidiario Angel Alberto Barrera Báez llegó a los juzgados penales y se entrevistó con el juez Vázquez Juan, para decirle lo que el abogado balín había hecho.

Le dijo que estuvo preso durante cinco años por el delito de corrupción de menores e incapaces, y que salió de la cárcel apenas el pasado 10 de octubre.

En todo el tiempo que estuvo preso, Velázquez Góngora no hizo nada por su causa, abandonándolo a su suerte.

El contacto con el abogado chafa comenzó en los pasillos de los juzgados, donde un hermano del ex presidiario fue embaucado por el sujeto que le dijo que iba a liberar a Ángel Alberto si pagaba 40 mil pesos.

La «cita» para arreglar el caso se realizó hace cuatro años y medio en “D’fox”, donde supuestamente estaban el juez y fiscal. Al llegar el hermano el abogado le pidió el dinero, pues le dijo que no iban a salir a verlo los funcionarios, “pues se iban a evidenciar”. Desde entonces no lo volvieron a ver.

El pasado martes, Ángel Alberto fue a la notaría 97 y se topó con el abogado «chueco» y le reclamó la estafa.

Con total cinismo, Velázquez Góngora le dijo que los funcionarios no le entraron al «bisne», que la fiscal no recibió el dinero y que sólo el juez recibió 25 mil pesos, pero nada más.

Entonces lo citó para el miércoles pasado, en la misma notaría, para devolver el dinero, pero nunca apareció.

Molesto, decidió ir a ver al juez para ponerlo al tanto y preguntarle si le habían dado el dinero.