American Circus recupera sus animales y acusa a Vila de incongruente
American Circus obtuvo una suspensión de la aplicación del reglamento municipal que propició ayer la inmovilización de sus animales. En las funciones de esta noche se presentaron tantos los tigres de bengala, como el león africano y los papiones sagrados.
Este hecho, aseguraron representantes legales del circo, deja en evidencia al Ayuntamiento de Mérida y expone su falta de congruencia, pues por un lado proceden contra animales de los circos, pero permiten otros espectáculos como las corridas de toros.
«Solo en Mérida pasan este tipo de cosas», lamentó Lucas Canto, dueño del circo.
Ayer, como informamos, la Profepa aseguró siete ejemplares entre con el argumento de que el circo no acreditó su legal procedencia y por faltas al trato digno y respetuoso a los animales.
El American Circus es uno de los cinco circos mexicanos que se ampararon contra la ley que prohíbe la presentación de espectáculos con animales. En consecuencia, mientras no se llegue a una resolución definitiva, el circo no tiene que acatar las disposiciones de dicha reglamentación.
El circo se ha presentado en varias partes del país, y fue en Mérida donde se le aseguraron sus animales con base en una reglamentación municipal que prohíbe los espectáculos con animales, con excepción de las corridas de toros y de rejones, lo que demuestra la doble cara del alcalde Mauricio Vila
Lucas Canto, representante legal de American Circus, recurrió al Tribunal de lo Contencioso Administración y, ante el amparo que le otorgó un juez de Distrito de Veracruz, consiguió la suspensión contra las disposiciones del Ayuntamiento meridano.
El propietario del circo criticó también a la Profepa por no aplicar bien el procedimiento, pues dijo que las revisiones a los animales no la realizó personal de la dependencia federal, sino que fueron los propios empleados a los que obligaron a hacerlas.
«Mis empleados están capacitados para criar, atender y entrenar a los animales, no para hacer las verificaciones. Lógicamente no pudieron encontrar los chips en los animales, porque no saben cómo hacerlo, pero los animales tienen los chips que ampara su legal procedencia», señaló Lucas Canto, quien dijo que ha pasado toda su vida en el ambiente circense.
Dijo que pertenece a una antigua familia de cirqueros de Yucatán, los hermanos Canto, y lamentó que en su propia tierra se enfrente a hechos como los de ayer.
El empresario aseguró que los animales reciben buen, están bien alimentados, aunque reconoció que fueron desgarrados, pero esto es un procedimiento aceptado en los animales que viven en cautiverio para que no ataquen a los humanos.
«Es por protección al entrenador y la gente del circo, pero también para el público», expresó. «Imaginen que un día ocurriera una contigencia y el público quedar expuesto».
Lucas Canto dijo que cada mes gasta un promedio de 40 mil pesos en alimentación de sus animales, a los cuales señaló que cuida mucho, porque le representan su forma de sustento.
Al concluir la conferencia de prensa, se permitió a los periodistas pasar a ver a los animales, los cuales ya estaban en una jaulas más pequeñas que las de su hábitat en el circo, porque ya estaban preparados para entrar a escena.
El circo cuenta con siete ejemplares de vida silvestre: machos y una hembra de tigre de bengala (Panthera tigris), dos hembras y un macho de papión sagrado (Papio hamadryas) y un macho de león africano (Panthera leo).
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