Crece el número de personas que utilizan algún método anticonceptivo.
Mérida, Yucatán, 2 de agosto de 2013.-  La proyección de programas avalados por autoridades estatales  y federales orientados a promover la planeación de la natalidad entre la población ha permitido que desde 1997, cerca del 95 por ciento de las mujeres en edad fértil conozca y utilice algún método anticonceptivo, reduciendo el número de hijos concebidos y cuidando su salud reproductiva.
A propósito del Día Internacional de la Planificación Familiar, a celebrarse este 3 de agosto, la titular y secretaria técnica del Consejo Estatal de Población (COESPO), Jessica Saiden Quiroz, señaló que en Yucatán los logros alcanzados en esta materia son innegables pues en 1970 el promedio de hijos por mujer era de aproximadamente seis; hacia 1990 la cifra descendió a 3.36, y para el 2009 se había reducido a 2.1.
“Los resultados más importantes tienen lugar en 1997; en ese periodo se registró que el 95.3 por ciento de las féminas en edad fértil conocían al menos un método anticonceptivo y en 2009 ese porcentaje había aumentado a 99 por ciento. En la entidad, el número de mujeres en edad fértil que utilizan alguno de éstos creció del 70.5 al 74.9 por ciento”, especificó.
Los retos en este aspecto, agregó la funcionaria, se sintetizan en la necesidad de ampliar la cobertura de métodos anticonceptivos a los grupos más desprotegidos y menos informados, puesto que las diferencias por lugar de residencia, edad y condición étnica siguen siendo motivo de atención particular de las acciones de Gobierno.
“Se ha de prestar especial atención a mujeres jóvenes que desean mejorar sus oportunidades y libertades de elección para ampliar su horizonte de vida. Hacemos un llamado a las familias, organizaciones sociales y académicas, a sumar esfuerzos para consolidar logros y aspiraciones para vivir mejor”, mencionó.
Por último, recalcó que en México, la política de población se sustenta en valores profundos que dan sentido a la convivencia social como son la equidad de género, el reconocimiento a la dignidad de la persona, la tolerancia, el respeto y la creación de oportunidades para el desarrollo integral de la ciudadanía.