La Fiscalía del Estado detuvo a una mujer acusada del homicidio de la señora Cecilia Cuate Ocampo de 70 años de edad, localizada en días pasados sin vida en su domicilio de Pedregales de Tanlum,.
La detenida fue identificada como Jessica del Carmen Herrera Pino,.
Fue detenida en cumplimiento de una orden de aprehensión dictada por el Juzgado Primero Penal.
El móvil fue la disputa de un terreno, aunque hasta el momento las autoridades no han revelado detalles del caso.
La anciana murió por traumatismo craneoencefálico severo, producto de un golpe contundente en la cabeza.
La ahora occisa vivía sola en el predio ubicado en la calle 12 No. 383 x 39 y 41 de la colonia Pedregales de Tanlum.
Jessyca del Carmen Herrera Pino aceptó los hechos, manifestando que todo se debió a un problema del papá de su novia con la hoy occisa, a causa de la venta de una fracción de terreno donde vivía.
De acuerdo con la declaración ministerial, la finada hizo pública sus diferencias con Fernando Leandro Acosta Díaz, lo que molestó a la inculpada, quien la tarde del 19 de abril se apersonó al predio ubicado en la calle 28 número 283 por 39 y 41 de Pedregales de Tanlum, donde fue recibida por la occisa para hablar respecto de la venta del terreno.
Tras ofrecerle de comer, cosa que no aceptó y posteriormente servirle un plato de fruta, la hoy occisa fue sorprendida por Herrera Pino, quien le asestó varios golpes en la cabeza con un martillo, para posteriormente colocarle un cable de teléfono alrededor del cuello para simular un suicidio.
Minutos antes de los hechos, un albañil que trabajaba en el predio contiguo llamó a la puerta del citado predio para pedir agua, por lo que alcanzó a ver de espaldas a la presunta responsable.
Luego de golpear a la mujer, la inculpada se dio a la tarea de esconder las evidencias, incluido el martillo que guardó en casa de su pareja y que finalmente fue ubicada por la Policía Ministerial.
Tras la detención, la Fiscalía General del Estado pondrá a disposición del juez penal a la inculpada por el delito de homicidio calificado, que podría alcanzar una pena de 30 a 40 años.