Vigilante muere en un silo de chapapote hirviendo: dejó carta póstuma
La Fiscalía General del Estado investiga la muerte de un vigilante que presuntamente se suicidó en un silo de chapopote hirviendo.
El deceso ocurrió en la madrugada en la empresa “Asfaltos y Emulsión Peninsular SA de CV” y el occiso fue identificado como José Anselmo Barrera Torres,.
En el lugar del incidente, policías ministeriales dieron fe de la existencia de una carta póstuma, además de la pequeña circunferencia de entrada del contenedor de chapopote, por lo que se procedió a iniciar las indagatorias correspondientes que incluirán pruebas grafoscópicas, a fin de constatar si se trató de un suicidio.
El ahora occiso contaba con 37 años de edad, era casado, oriundo de Hoctún y vecino de Kanasín.
Los hechos tuvieron lugar durante las primeras horas de hoy en dicha empresa localizada a la altura del kilómetro 8 + 500 de la carretera Mérida – Motul, en donde se localiza un contenedor para emulsión con capacidad de 40 mil litros de chapopote, mismo que estaba a tres cuartas partes de su capacidad al momento del hecho.
Ante la presencia de personal del Ministerio Público, elementos del Cuerpo de Bomberos drenaron el citado contenedor para poder rescatar el cadáver, mismo que fue trasladado para la necropsia de ley, aunque fue prácticamente imposible recuperar las huellas dactilares, debido a que la piel estaba calcinada. El cuerpo presentaba quemaduras de segundo grado en el 100 por ciento de la superficie corporal.
Los datos preliminares sobre el deceso fueron aportados por el velador Lorenzo Rivas Carrillo, otra de las personas que trabajaba a esa hora en las instalaciones, quien refirió que la tapa de dicho contenedor se encontraba a 25 metros de altura y los hechos debieron registrarse entre la una y las dos de la madrugada, tiempo en que realiza sus rondines por esa zona.
Al sitio llegó José Raúl Reyes Luna, dueño de la compañía de seguridad denominada “Grupo Empresarial Agencia de Seguridad Privada Total” que se localiza en la calle 63 número 616 x 84 del centro de Mérida, y en donde el ahora occiso había estado trabajando desde hace dos meses.
El reporte rendido por el Servicio Médico Forense señala que la causa de la muerte fue asfixia por sofocamiento, consecuente a obstrucción de vías respiratorias.
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