El urólogo José Luis Coral Poot fue detenido por una presunta negligencia médica que le causó la muerte a una paciente suya.
Se le detuvo en cumplimiento de una orden de aprehensión dictada por los delitos de homicidio por culpa y negligencia médica.
La acusación indica que por una presunta mala praxis médica falleció en otro hospital una paciente a la que el urólogo en cuestión le retiró un riñón y en la intervención le perforó el intestino delgado.
La orden de captura la emitió el Juez Primero Penal, Jorge Andrés Vázquez Juan, quien le concedió la libertad bajo fianza, con el pago de poco más de tres millones de pesos, cantidad que podría cubrir a través de una afianzadora.
Tras su captura, el galeno declinó responder a la acusación durante su declaración preparatoria.
Según el expediente, la denuncia fue interpuesta por Aurelio Fernando Trujillo Vergara, por la muerte de su madre, Rosa Irma Vergara Espinosa, quien tenía al morir 72 años de edad.
El juzgador también le impuso una multa por responsabilidad médica por 7,549 pesos; otra por ‘obligaciones’, de 26 mil; reparación del daño, 1’564,273, dinero que que se gastó en el tratamiento en el Centro Médico Pensiones, reparación por la muerte de la víctima, 1,460 mil, que en su conjunto hacen un total de 3’034,273 pesos.
El denunciante alegó que el médico no tomó en consideración que la paciente era obesa, diabética, hipertensa, padecía de la tiroides y tenía factor de riesgo coronario.
Pese a ello, la sometió a una nefroctomía laparascópica para extirparle el riñón derecho, cirugía por la que cobró 50 mil pesos por adelantado.
Dicha cirugía se realizó el 7 de junio del 2012, pero empezó a tener complicaciones.
Como salud de la paciente empeoraba, el galeno le dijo a la familia que habría que internarla en el Centro Médico Pensiones, pues en la Clínica La Providencia, donde él laboraba, se carecía de sala de terapia intensiva.
La mujer fue internada en ese hospital, pero falleció el 25 de agosto por septicemia, ya que tenía perforarado el intestino delgado.