Las investigaciones del crimen de Emma Gabriela Molina Canto han revelado que los sicarios tabasqueños que la asesinaron no son ‘profesionales’, no tenían un adecuado plan de escape y desconocían que los cuerpos policíacos locales si usan un probado y efectivo esquema para este tipo de casos.

Y por fortuna, en el pecado llevaron la penitencia, pues fueron detenidos rápidamente, antes de que concretarán su huída poco planeada.

Aunque todo indica que por lo menos uno de los tabasqueños ya había realizado un ‘trabajo’ similar por encargo, su manera de accionar delata que ni él ni su compañero son ‘profesionales’.

Por este motivo, Oscar Miguel López Tobilla y Jonathan Mézquita Ávalos, los autores del asesinato, no tenían ‘ruta de escape’, es decir solo habían planeado regresar a su hotel, el Ambasador, tras el ataque a la infortunada mujer y quedarse ahí hasta que pudieran retirarse de Mérida.

Un sicario profesional, según revelaron policías cercanos a la investigación, por ejemplo hubiera llevado ‘doble ropa’ para quitarse una y dejarse la otra, con lo que no podrían ser identificados por la vestimenta en caso de que hubiera testigos, como los hubo en este caso.

De hecho, su comportamiento desde su viaje desde Tabasco no es característico de profesionales, pues ‘dejaron huella’ en redes sociales, incluso, como informamos ayer, cínicamente transmitieron en vivo desde Facebook un par de horas antes de perpetrar el mortal ataque.

Desde su salida de Villahermosa, la madrugada del domingo 26 de marzo, Mézquita Avalos, estudiante de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, registró en su cuenta de Facebook que estuvo en la terminal del ADO de la capital tabasqueña.

Para ‘despistar’, a sus contactos en esa red social les dijo que estaba saliendo de viaje hacia Cancún, cuando en realidad se dirigía a Mérida.

Horas más tarde, el sujeto registró una visita al mercado de Santa Ana, donde desayunó acompañado de su cómplice López Tobilla.

Facebook también da cuenta de su llegada al hotel Ambassador, donde se hospedaron, incluso Mézquita Ávalos publica una selfie en la que se ve la piscina.

En esa misma terraza Jonathan transmitió en vivo a la 1:45 de la tarde del lunes 27 de marzo, dos horas antes de que cometieran el asesinato de Emma Gabriela, a la que degollaron delante de sus hijos, cuando llegaba de trabajar.

Ya sabían la hora de llegada de la mujer a su casa, pero se busca precisar si recibieron ayuda de ‘alguien’, es decir si un tercer sujeto también se encontraba en Mérida para darle las instrucciones, guiarlos y cerciorarse que cumplieran con la encomienda.

La policía, por cuestiones de la investigación, no han revelado los datos que ambos sujetos han aportado del caso, mismos que servirían para ‘ubicar’ a los autores intelectuales del lamentable crimen.