«En la mira» el autor intelectual del homicidio de Emma Gabriela

La Fiscalía General del Estado (FGE) insiatirá por todas las vías legales que sea juzgado como feminicidio el asesinato de Emma Gabriela Molina Canto, ultimada por dos jóvenes tabasqueños contratados por un jefe de «Los Zetas».

Aunque, como informamos en nota aparte, el juez del caso consideró que el delito fuera reclasificado como homicidio calificado, la Fiscalía continuará con la investigación complementaria para obtener datos y pruebas para la debida integración de la carpeta de investigación, e insistirá en la configuración del delito de feminicidio, como inicialmente se imputó a los dos vinculados.

Asimismo, continuará con las líneas de investigación que permitan, en su caso, identificar la presunta autoría intelectual de la muerte de Emma Gabriela.

En la diligencia de este día, ambos imputados, además de su presunta participación en el delito de homicidio calificado, también fueron vinculados a proceso por los delitos de portación de armas e instrumentos prohibidos y posesión simple de narcóticos.

De acreditarse su responsabilidad en los delitos por los que se les vinculó a proceso, podrían ser sentenciados a más de 45 años en prisión, tomando en cuenta todos los delitos que se le atribuyen.

En su calidad de víctima indirecta Ligia Canto, madre de Emma Gabriela, expresó al juez que el ex esposo de su hija, Martin Alberto Medina Sonda, es el autor intelectual de su muerte y que su hija fue víctima de acoso, amenazas y delitos fabricados que la mantuvieron en la cárcel, y que tanto Medina Sonda como sus familiares, entre ellos hermanas y padres, en diversas formas intentaron públicamente desacreditarla como madre y mujer respetable.

Añadió que el propio Medina Sonda expresó en algunas ocasiones que quería mantenerla dominada y restablecer la relación, y que en un expediente diferente a este caso denunciado en la Fiscalía hay evidencias de que su hija quería separarse de Medina Sonda y de las amenazas que recibió.

También dijo que fue evidente el odio que Medina Sonda tuvo contra su hija.

“¿Qué otra persona podía tener más interés en que despareciera? El es el único beneficiado en que desapareciera mi hija de este mundo”, exclamó.