En la protesta organizada por Antorcha Campesina frente a Palacio de Gobierno, dos mujeres mayahablantes de la comisaría de Kimbilá, municipio de Tixméhuac, quienes declinaron dar sus nombres por temor a represalias, declararon que las trajeron a la manifestación con la promesa de que les darían comida y refrescos.
Agobiadas por el calor que sintió este medio día debido a la temperatura que superó los 30 grados Celsius y a que no desayunaron, ambas señoras dijeron que mensualmente ellas y otras personas más afiliadas a esta organización, aportan 20 pesos para cubrir los gastos que generan las movilizaciones.
Según explicaron, dichos recursos se emplean para la renta de camiones y combis que los trasladan desde sus lugares de origen hasta la capital yucateca, así como para la compra de tortas y refrescos que se debe distribuir entre todos los asistentes a la protesta. Aunque todo ese ingreso lo manejan los directivos.

Sin embargo, ambas mujeres, quienes se encontraban a la entrada del Pasaje Picheta para resguardarse del astro rey, se cuestionaban a donde va a parar ese dinero que los campesinos aportan, pues en la manifestación de este día no se les había dado ni agua.
Con una bandera de Antorcha Campesina enrollada y una botella del vital líquido en las manos, que ellas mismas compraron, las féminas expresaban su inconformidad ante esta situación, pero fueron identificadas por cercana de representante de esta agrupación, Aleida Ramírez Huerta, quienes a base de señas les pidieron regresar en donde estaba el contingente que cerró la calle 61 por más de dos horas.
Pero mientras eso sucedía afuera del Pasaje Picheta, al interior otras personas que colaboran con Ramírez Huerta pagaban a quienes acudieron a la protesta, algunas hasta acompañadas de sus hijos. En total Antorcha Campesina movilizó cinco camiones, 16 combis y seis camionetas. Es cuestionable, que con 20 pesos mensual que aportan los afiliados alcance para el pago de renta de estas unidades, considerando las distancias de los municipios de donde vienen.