Cobrar su quincena y comprar con ella dos botellas de licor, fue lo último último que hizo en su vida el empleado del Ayuntamiento de Mérida José Alino Pool Canul, cuyo cadáver fue hallado ayer martes en evanzado estado de descomposición en montes cercanos a la Central de Abastos.

Tenía 45 años de edad y era un enfermo alcohólico, trabajador del Departamento de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida.

El viernes pasado, al término de su jornada laboral cobró su sueldo y se fue para no volver jamás, al menos no con vida.

Su cuerpo putrefacto y al que la animales habían comenzado a devorar, fue hallado el martes y hoy
sus familiares acudieron al Servicio Médico Forense para identificar a su pariente.

En el sitio donde fue hallado su cadáver, un camino que lleva de la Central de Abastos a la avenida 132 del fraccionamiento Yucalpetén,
solía reunirse con otros bebedores consuetudinarios.

Lo sorprendió la muerte con un infarto agudo al miocardio, según la autopsia de rigor que se practicó al cuerpo, mismo que ya fue entregado a sus parientes para que le den cristiana sepultu