Como de niño, ladrón le pide a mamá que pague su fianza

Como cuando era niño, un delincuente oriundo de Halachó le pidió a su madre que le pagara la fianza para salir libre luego de haber robado en la tienda Comercial Mexicana.

Como para una madre no hay hijo malo, la mujer ju tó el dinero como pudo y fue a pagar la fianza.
Sin embargo, para mala fortuna del sujeto, éste tenía cuentas pendientes con la justicia, por haber robado animales, de manera que no se pudo ir a casa, aunque casi lo logra, pero es ya había salido del penal portando un brazalete electrónico.

El protagonista de esta historia es Edwin Efrén Chi Cauich (a) “Huero”, quien en días pasados, como i formamos, quiso aprovechar las ofertas de «Julio Regalado» y robó en la sucursal de la «Comer» de la Gran Plaza

Apenas puso los pies en la calle, llevando consigo un brazalete electrónico, fue regresado al penal porque resultó que no había cumplido con unas jornadas de trabajo, luego de ser condenado por robo de ganado menor y haber incendiado una tienda.

Por la mañana, la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez lo libeó porque el robo a Comercial Mexicano no era cuantioso, de manera que consideró que no era necesaria la medida cautelar de cárcel.

Le dio la oportunidad de irse usando un brazalete, pero el juez tercero de ejecución de sentencias, Géner Echeverría Chan, emitió una orden de reaprehensión en su contra.

Para entonces, el sujeto originario de Halachó le había pedido a su mamá que fuera a pagar la fianza al Juzgado Cuarto Penal y la mujer depositó en el Fondo Auxiliar los 3,450 pesos solicitados.

Sin embargo, no le sirvo de nada, toda vez que fue reaprehendido y se le ingresó de nuevo al penal con todo y brazalete electrónico.

Este sujeto ha estado involucrado en el robo de una parroquia en Nunkiní, Campeche, entre otros hurtos.

En su historial delictivo consta que el 25 de octubre de 2009, junto con dos sujetos y el adolescente M. R. C. C., se encontraban ingiriendo licor y cervezas en el parque conocido como “El Ceibo”, de Halachó.

Se se les ocurrió ir a la tienda “El Dieguito”, que ya se encontraba cerrada y en el interior estaba el señor Arcadio Ruiz Cauich, de avanzada edad y con parálisis facial.

Como no les quiso abrir y venderles cigarros, acordaron prenderle fuego al techo de huano con todo y el tendero adentro, quien logró salvar r de milagro.

El se dio a la fuga y sus coacusados fueron sentenciados a 6 años y un día de prisión.