Polémica por instalación de inflables en aguas de Progreso
Gran polémica ha causado en Progreso la atracción privada denominada Mayan Splash, consistente en juegos inflables en el mar.
La polémica se ha dado porque la atracción al parecer solo cuenta con autorización parcial para funcionar, pues el Ayuntamiento de Progreso concedió los permisos de ‘uso de suelo’, pero por estar dentro del mar carece de los de la Capitanía de Puerto, Administración Portuaria Integral y Zofemat.
Los juegos se instalaron dentro de la zona pública de bañistas, pero este día varios veraneantes que se bañaban en las playas del malecón fueron desalojados del área por los trabajadores de la atracción, propiedad de un empresario de Cancún y patrocinada por la empresa refresquera Sprite.
Con el argumento de que es una “zona restringida”, los trabajadores pidieron a la gente que se alejara de los juegos, a pesar de que la gente no estaba sobre los inflables.
Trascendió que los dueños de la nueva atracción son gente de Cancún, donde tenían dichos inflables funcionando.
En la empresa colaboran más de una veintena de “salvavidas”, que dicen ganar $250 pesos diarios.
La empresa de los inflables además instaló su caseta de cobro en la casa de playa de la familia Razú que se ubica en la calle 19 por 64 y 66, donde cobran $100 por media hora a adultos y $50 a niños.
La atracción causó malestar incluso entre comerciantes establecidos, incluso el armador pesquero Felipe Jiménez, que estaba en ese momento en el sitio con su familia, señaló su inconformidad porque el trabajador los sacó del área, señalando que está prohibido bañarse en esa zona, lo cual, según afirmó, está mal, pues estamos en el mar y “el mar no se puede concesionar”.
Medios de Progreso señalaron este mismo viernes que la Capitanía de Puerto confirmó que la empresa carece de permiso para operar en el mar, por lo que la atracción es ilegal.
Se espera que este sábado las autoridades federales intervengan y ‘clausuren’ los inflables.
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