Fue destacado beisbolista, ahora es golpeador de mujeres
Aunque ahora enfrenta problemas con la justicia y de adición a las drogas, el estudiante Angel Osvaldo Castro Pool fue hasta hace pocos años un destacado beisbolista que pintaba para llegar lejos.
El joven, actualmente de 22 años, fue seleccionado en su estado natal, Quintana Roo, en varios certámenes de la Olimpiada Nacional Juvenil.
Según los registros de esos certámenes, su mejor participación en 2009, cuando tenía 15 años, formando parte del equipo de béisbol de Q.Roo y participando en la categoría junior.
Aunque su equipo no gano, el joven si destacó en el certamen y siguió jugando en ligas amateurs de su estado natal.
Sin embargo, su ‘estrella’ dejó de brillar y luego dejo el deporte al emigrar a Yucatán para estudiar.
En Mérida no hay registros de su actividad deportiva, pero si los hay en los archivos policiacos, donde consta que ha sido detenido dos veces, ambas por golpear a su novia, la ta,bién estudiante Jessica Nayeli de la Cruz Guzmán.
La segunda golpiza, como informamos, se la propinó en agosto pasado, cuando tenía restricción judicial para acercarse a ella.
Portaba un brazalete, pero lo descompuso y acudió a golpear a su ex pareja, en el fraccionamiento Jardines del Norte.
Antes, el 28 de mayo de 2016, aproximadamente las 22:30 horas, cuando la joven De la Cruz Guzmán se encontraba con el en su domicilio del fraccionamiento Jardines del Norte, discutieron y ella fue agredida físicamente.
Logró salir, pero el muchacho le dio alcance y continuó atacándola, por lo que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública la auxiliaron y detuvieron al golpeador.
Fue dejado en libertad condicional, pero en días pasados incumplió uno de los compromisos, el de no drogarse, pero aún así no se le revocó la libertad, porque no lo considero necesario la juez Suemy del Rosario Lizama Sánchez, quien lo procesa por violencia doméstica.
Seguirá libre, aunque deberá someterse un tratamiento terapéutico en una institución pública, no acercarse a la víctima en un radio de 500 metros, ni a su centro laboral, ni al domicilio, ni al lugar donde ella estudia.
Igualmente tendría que buscar un trabajo, concluiría sus estudios, no portaría armas y se sometería a exámenes toxicológicos, así como a la supervisión de la Unidad de Medidas Cautelares y Suspensión Condicional del Proceso para su debido cumplimiento.
A ver si ahora si cumple…
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