El Festival del Gato se lleva a cabo cada tercer sábado y domingo de septiembre en la provincia peruana de Cañete. En este evento, los felinos constituyen el plato fuerte del programa. Literalmente.

Se trata de una fiesta tradicional, conocida también como Curruñao y rebautizada recientemente como Miaustura. Este evento forma parte de las celebraciones en honor a Santa Efigenia, informa el ‘Diario Correo’.

Durante esta festividad religiosa, los fieles locales, al igual que los turistas de todo el país, viajan a esta zona ribereña de Perú para degustar diversos platos preparados con carne de gato.

En 2013, una corte local dictó un fallo que prohíbe esta práctica, al considerar que el evento «fomenta la violencia» al involucrar «actos crueles contra animales» y que produce «un grave daño social y a la salud pública».

Sin embargo, este año el Curruñao se llevó acabo sin ninguna oposición por parte de las organizaciones defensoras de los animales ni de los vecinos de Cañete.

Los ‘chefs gatunos’ ofrecieron a los participantes distintos platos con carne felina, tales como el adobo de gato, el seco de gato, la carapulcra de gato y el gato a la parrilla, entre otras.

Los animales destinados para este evento son criados en jaulas a lo largo de un año. Cuando los mininos alcanzan el tamaño suficiente, son ahogados en agua antes de ser desollados, destripados y cocidos según distintas recetas.

Uno de los cocineros del Miaustura explicó el proceso de preparación de uno de sus platos más vendidos a lo largo de los últimos 25 años. El ingrediente principal es un felino de 10 kilos, que luego de ser destripado pesa unos 3 kilos menos.

«Esto se hace de un día para otro, lo dejamos con sal, para que su carne se ablande y sea blanca», afirmó el chef al diario ‘Perú 21’. «Cada uno con sus costumbres, que respeten nuestra costumbre», demandó el cocinero, quien además aseveró que el consumo de carne de gato es un remedio contra el asma y la anemia.