La profecía Maya del » fin del mundo» se cumplió de cierta manera para un turista estadounidense que murió en un cenote al que acudió precisamente como parte de su recorrido por estas tierras, con motivo del la catastrófica leyenda del cataclismo mundial 2012.
William Stepey Holloway, de 63 años, murió a los pies del cenote maya de Uspibil, comisaría de Chemax.
El paseaba con otros extranjeros por el territorio maya, precisamente motivados por la leyenda sobre el «fin del mundo», programado para el próximo 21 de diciembre, según interpretación que muchos han dado al calendario maya.
Después de recorrer algunas zonas arqueológicas, el extranjero, oriundo de Carolina del Norte,fue al cenote maya de Uspibil, ubicado a 2 kilómetros de esa población.
En ese lugar, en el mismo sitio donde varias doncellas mayas fueron arrojadas en sacrificio para los Dioses, el extranjero comenzó a sentirse mal y cayó fulminado.
Las autoridades acudieron al sitio y verificaron que la muerte fue producto de un shock cardiocongénito, consecuente a infarto agudo al miocardio, quizá provocado por la impresión de estar en la tierra del pueblo al que hoy se atribuye la predicción del fin del mundo.