Nicole Benjoino trabajaba de día en una escuela para niños con dificultades, pero de noche se dedicaba a la venta de estupefacientes para ‘ayudar’ en el negocio de su marido, un hombre posesivo diez años más joven que ella por el que estaba obsesionada, a tal grado que lo consideraba un «top model»

Según el portal Sun Sentinel, la mujer ha sido sentenciada a dos años y medio de prisión por ayudarlo en su ilícita actividad, de la cual ella se enteró en 2009, poco después de casarse con él.

El hombre tuvo varios empleos, como lavaplatos y pintor, y simultáneamente se dedicaba a la venta de sustancias ilegales.

El abogado de la mujer, Donnie Murrell, insiste en que su cliente empezó a vender droga porque «estaba obsesionada por su marido, que la sedujo para que participara en su conspiración».

El abogado añade que Benjoine tenía una autoestima muy baja y estaba acomplejada por su imagen física, y que su marido se aprovechó de eso «para mantenerla a su lado y manipularla a su voluntad».