Muere un pájaro que estuvo dos años preso en Mérida

Luego de dos años de permanecer «encarcelado», el fin de semana pasado falleció un pájaro cardenal que vivía enjaulado en el edificio sede de los s Juzgados Penales.

El ave, al que se conocía con el sobrenombre de «Hugo Chávez», estuvo increíblemente privado de su libertad estos dos años sin juicio de por medio, ya que existió un impedimento legal que permitiera a las autoridades dejarlo volar.
Pese a ello, el célebre pajarito, gozó de los cuidados de los empleados de los juzgado, que conocedores de su historia, se encargaron de alimentarlo todos los días.
El cardenal, que estaba valuado en $620, murió antes de que alguien encontrara la forma de liberarlo, toda vez que el era el cuerpo de delito en un juicio y, por lo tanto, debía quedarse como evidencia contra el ladrón que se lo robó.
La historia de «Hugo Chávez» inició precisamente la Semana Mayor de 2013, cuando el ave fue robada y al ser detenido el ladrón, el pajarito fue a parar a la SSP, luego a la Fiscalía y finalmente al penal, junto con el chatarrero discapacitado Eric Rommel Herrera Castillo, quien presuntamente  indujo a su hijo de siete año a robar el cardenal y un medidor de luz.
Herrera Castillo (actualmente en libertad) fue acusado de robo calificado por María del Carmen Martínez Góngora, dueña del medidor de luz, pero el propietario del ave no interpuso la denuncia correspondiente y, por lo tanto, no podía recuperar al pájaro, que aún así fue puesto a disposición del juez.
El pajarito, entonces, cambió su residencia, de un predio de la calle 23 A entre 44 C y 44 D del fraccionamiento Lindavista, a una jaula que fue colocada en el jardín de los juzgados.
Tras enterarse del caso, el delegado de la Semarnat en Yucatán, el priísta Carlos Berlín, quiso quedar bien rescatando al pájaro y  mandó por el ave al Juzgado Primero Penal
Sin embargo, para sorpresa del funcionario que acudió por el ave, el juez del caso le dijo que no podía llevarse al animal porque legalmente está a disposición de su juzgado y solo él puede decidir sobre el animal.
El enviado de Carlos Berlín –un ex comunicador del Ayuntamiento de Mérida- se retiró de inmediato y avergonzado, pues el juez le dijo que le parecía increíble que el departamento jurídico de la Semarnat no supiera cómo actuar en estos casos.
De esta forma, el pajarito se quedó  en el lugar y gracias a la intervención del secretario del Juzgado Primero,  Miguel Dzul,  fue cuidado, alimentado y hasta apapachado por trabajadores del Poder Judicial, mismos que le compraban su alpiste, le ponían fruta,,y mantenían limpia su jaula y le cambiaban el agua.
En una ocasión, un gato intentó comerse al ave, por lo que resultó herido y fue llevado a un veterinario, que logró salvar al cardenal, que incluso ya había dejado de cantar.
Al animal se le puso «Hugo Chávez” porque concidió su llegada al penal con el señalamiento del presidente venezolano Nicolás Maduro sobre la aparición del espiritú de su antecesor Chávez en forma de un pajarito.
Durante el tiempo que estuvo en enjaulado en los Juzgados algunos abogados  trataron de adoptarlo, pero no lo consiguieron.
Los fines de semana, en los que no hay actividad en los juzgados, el ave era dejado en la Oficialía de Partes, pero este lunes lo encontraron muerto.