En un hecho inédito, un vecino de Mérida es motivo de polémica tras ‘fundar’ su propia iglesia católica y ostentarse como sacerdote.

La polémica radica en que realiza servicios religiosos como bodas, bautizos, primeras comuniones y confirmaciones, pero engaña a la gente al aseverar que tiene validez ante la Iglesia Católica.

Cobra por ellos pese a que los sacramentos son ilícitos e inválidos, pues los actos en los que los realiza son falsos y «caros», toda vez que ‘cuestan’ 550 pesos cada uno.

Se trata de Ezequiel Jesús Ruiz Escamilla y se sabe que ha operado en varios puntos del estado, pero en las últimas semanas presta servicios religiosos en Tizimín, donde ha generado indignación de sacerdotes católicos, quienes alertan de la presencia de su colega «pirata».

Reiteran que se trata de un falso sacerdote y pidieron a la comunidad no dejarse engañar.

Los Párrocos de la comunidad católica de los Santos Reyes y de Nuestra Señora de Guadalupe, ambos de Tizimín, denunciaron públicamente la presencia del «sacerdote patito».

Indicaron que el falso sacerdote ofrece sus
servicios sacramentales en un predio particular cerca del Centro Pastoral La Anunciación.

Asegura ser ministro de una congregación denominada Iglesia Católica Ecuménica de la Diversidad.

Viste como sacerdote católico cuando ofrece sus servicios, incluso oficia misa de la misma forma que en la Iglesia católica.

El párroco de los Santos Reyes, Luis Fernando Góngora Góngora, dijo que este tipo de acciones constituyen una burla a la Iglesia Católica, a la fe y es acto de deshonestidad porque se aprovecha de la gente humilde, de la ignorancia de las personas en cuanto a los valores y conocimientos religiosos.

Es una injusticia, sobre todo, por el ostentoso cobro de los sacramentos…Se aprovecha del dolor de la gente para las exequias» -señaló el sacerdote, quien añadió que La Iglesia Católica no comulga con la deshonestidad, se fundamenta en la enseñanza de Jesucristo, en el magisterio de la iglesia y no hace nada sin él”.

Pidió a la feligresía no permitir el engaño, ni dejarse llevar por sentimientos religiosos, por un compromiso con el compadre sabiendo que no es correcto. Es acceder a un acto pecaminoso. La confirmación está reservada únicamente al Obispo y él en su momento dado delega esta responsabilidad a un sacerdote, nadie más”, puntualizó.

En días pasados, la Arquidiócesis de Yucatán alertó «sobre el actuar de ciertos ministros no católicos que han causado confusión entre la feligresía”

Según esto, el caso de Ezequiel Jesús Ruiz Escamilla no es el único en el estado.

Trascendió que Ruiz Escamilla, oriundo de Mérida, inició colaborando con ministros religiosos extranjeros que forman parte de iglesias legalmente establecidas en Yucatan y una vez que «aprendió» el oficio decidió fundar su propia iglesia católica.
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