En una medida sorpresiva, la administración de Plaza Patio, antes Sendero, expulsó a todos los «viene viene» que trabajaban en el estacionamiento de ese centro comercial.

En su lugar, la Plaza destacó unos cuantos vigilantes privados para reemplazar a los «franeleros».

Los vigilantes tienen prohibido cobrar a los automovilistas que ahí se estacionan, aunque de hecho entre sus funciones no está el auxiliar a los conductores que usan el estacionamiento.
La administración no informó del motivo de la expulsión de los acomodadores, que según se supo recurrieron a su sindicato para revertir la decisión de la plaza, pero no tuvieron éxito pues la administración se mantuvo firme.

Empleados del centro comercial comentaron que los acomodadores fueron retirados luego de un par de robos ocurridos a vehículos que se suponía debían estar cuidando.