A diferencia de las grandes ciudades internacionales, donde ocurren accidentes de tránsito entre automotores  propios de transportes de primer mundo, en Dzidzantún, ocurrió una colisión entre un caballo de acero (motocicleta) y otro de carne y hueso.
El saldo del encontronazo fue de la moto bastante dañada, el caballo raspado y una persona inconsciente por el choque.
El choque ocurrió a las 11 de la noche, cuando Felipe de Jesús Avilés Pastrana, de 26 años de edad y vecino de Dzidzantún, iba conduciendo su motocicleta por calles de ese pueblo.
En una de las esquinas, por falta de visibilidad, chocó nada más y nada menos que con un caballo.
El herido no supo si el caballo iba solo o llevaba jinete, pues perdió el conocimiento y cuando despertó ya estaba en la Clínica T-1 del IMSS,  donde sus amigos le dijeron que su moto quedó dañada severamente y que el caballo también sufrió raspones.
Felipe de Jesús presenta traumatismo craneoencefálico y policontusiones. Está delicado.
.