El joven piloto Fernando Cruz Rubio, fallecido ayer en Progreso, era un aficionado al vuelo de paramotor o parapente, actividad que comenzó a practicar en el año 2010.

De acuerdo con vecinos del rumbo que atestiguaron los hechos, el piloto cayó de unos 40 metros de altura, por lo que murió instantáneamente.

Realizaba un vuelo de recreo y al parecer quiso hacer una maniobra difícil, pero le salió mal y cayó con todo y el equipo, impactándose contra la duna costera.

Vecino de la colonia García Ginerés, en Mérida, y de 37 años de edad, Fernando Cruz realizó sus primeros vuelos en el mes de noviembre de ese año, teniendo como instructores a Daniel Lambri y Javier Medina, uno de los principales promotores de esos vuelos en las playas de Progreso.

La actividad del paramotor, que ya es común en el puerto, ha transformado el escenario de los cielos en esta ciudad, donde con frecuencia se observan esas pequeñas aeronaves en toda época del año.

En este caso, el piloto fallecido era integrante del Club de Vuelo del Sureste.

Su primer vuelo lo efectuó con éxito en noviembre de 2010 y desde ese entonces realizó decenas de sobrevuelos sobre Progreso, por lo que no era considerado un novato, sino un piloto con experiencia.

Incluso, hasta donde se sabe, la actividad del paramotor también la realizaban en Progreso con fines comerciales para campañas publicitarias, aunque por lo general, era por afición a éste deporte extremo.(Con información de Progresohoy.com)