El Tribunal Segundo de Enjuiciamiento sentenció a 5 años, 7 meses y 15 días de prisión a Juan de Dios Avila Mena, señalado como defraudador de pensionados.

Fue condenado por un solo caso, por el del padre del consejero del Poder Judicial Jorge Parra Arceo.

También se le impuso una multa de 237 días salario mínimo, equivalente a 14,547.06 pesos; se le negaron los beneficios de sustitución y condena condicional y se le condenó a pagar 70 mil pesos al querellante, en concepto de reparación de daño.

De acuerdo con el expediente, Avila Mena a principios del 2013, mediante anuncios publicados en la prensa, ofrecía a pensionados ganar $500 por cada 5 mil pesos que le depositaran.

La víctima se comunicó con él, quien le pidió que acudiera al predio marcado con el número 335 de la calle 16 entre 61 y 63 de la colonia Esperanza, donde funcionaba el “Minisuper Ulises”, que usaba como ‘pantalla’ para su negocio ilícito.

Luego, mediante engaños lo convenció para que le entregara 48 mil pesos y él le firmó tres pagarés, pidiéndole posteriormente más dinero al querellante.

En septiembre de 2013 solicitó la devolución de su dinero, pero no se lo dieron, por lo que interpuso la denuncia correspondiente.

En este asunto se interpuso un recurso de recusación, por posible tráfico de influencias, pues el demandante es Wilberth William Parra Zapata y la defensa del acusado estimó que por ser éste padre del consejero Parra Arceo un asunto de tipo mercantil se tornó en penal.

Sin embargo, un Tribunal de Alzada desechó tal recurso y se juzgó a Avila Mena

El acusado goza de libertad condicional y lo seguirá hasta que la sentencia quede firme, es decir si apela la condena o se ampara no empezará a cumplir los 5 años de cárcel.

Este sujeto también fue denunciado por el sexagenario Víctor Amílcar Segovia y Gurubel, quien reclama 160 mil pesos; Miguel Elías Metri Zapata, por $100 mil ; María Catalina Chan Ix, con la promesa de ser socia en un negocio de compraventa de predios y vehículos con un capital de 100 mil.

Igualmente lo denunció Juan Bautista Ayala Sánchez por la venta de un automóvil Atos en 60 mil pesos, pero solo recibió la factura endosada y la póliza de seguro, pero no el auto.

Asimismo, Román Emilio Cachón Carrillo, por 81 mil pesos.

Ávila Mena desarrolló un método de estafa bastante creíble, pues se publicitaba en la prensa, con volantes y hasta tarjetas de presentación donde ofrecía “jugosas ganancias” a sus víctimas. Incluso tenía una cuenta de Facebook en la que promovía su negocio con la promesa de obtener mucho dinero.