De nueva cuenta se niegan a declarar los «matapolicías»

Tras guardar silencio de nuevo, los esposos Angel González Cob y Nidia Rebeca Pérez Euán, implicados en el asesinato de un agente antisecuestros, fueron vinculados a proceso este martes, por lo que permanecerán presos un año.

El juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero estableció que el cierre de investigación complementaria sea de tres meses.

No hubo nada nuevo prácticamente, toda vez que los acusados se reservaron el derecho a declarar y la defensa decidió no aportar prueba alguna por el momento.

Al equipo de abogados defensores de los inculpados se sumó el licenciado Jorge Manuel Rodríguez Martínez, con lo que ya los representan cuatro personas, entre ellos un medio hermano de Angel.

Asimismo, el abogado Heberth Angel Martínez Ledezma de nombró para representar al policía lesionado José Antonio Rodríguez Basto,aunque también representaba a la víctima indirecta, es decir a la viuda del agente Manuel Felipe Nery Blanco Méndez, asignado a la Unidad Especializada en el Combate al Secuestro (UECS), de la Policía Estatal de Investigación

En su turno, el fiscal de la causa informó que ya había corrido traslado a la defensa de 115 fojas que se anexaron a la carpeta de investigación, al igual que una documental de una perito forense para las pruebas de balística en los proyectiles, casquillos y ropas de los acusados.

Había una discrepancia porque se expuso que la ojiva que causó la muerte del agente Blanco Méndez era calibre .380, pero las armas que se ocuparon a la pareja eran 9 milímetros, aunque no se debatió este punto ni a la defensa pareció importarle.

Los esposos enfrentan los cargos de homicidio calificado, homicidio calificado en grado de tentativa y daño en propiedad ajena, todos cometidos contra servidor público.

Por el delito de daño en propiedad ajena se les exige 110,575 pesos, que es el valor del auto en el que ocurrieron los hechos, que quedó como pérdida total tras chocar después de los balazos.

Como informamos, Angel y su esposa, el 13 de noviembre, eran llevados a la Fiscalía porque solicitaron protección porque un familiar de ellos había sido secuestrado en Quintana Roo y temían por sus vidas.

Al estar llegando al Complejo de Seguridad Pública, por motivos que se desconocen con exactitud, Angel sacó de la bolsa de su mujer un arma y mató a un policía y lesionó a otro.