En contra del cajero Miguel Angel Niño Salazar, la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez decretó como legal la detención e imputó por los delitos de abuso sexual agravado (2) y violación equiparada agravada (4) en contra de un menor de 13 años que trabaja con él como “cerillito” en un Dunosusa.

Niño Salazar era pareja sentimental de la madre, que también trabajaba en el mismo lugar.

La juez Lizama Sánchez le impuso la prisión preventiva por todo el tiempo que dure el proceso.

Los ataques se descubrieron el 3 de enero pasado, alrededor de las 9 de la mañana, cuando el menor trabajaba en un Dunosusa ubicado en el fraccionamiento Paseos de Opichén

En un momento dado, el tipo le dio una nalgada y acarició el brazo derecho, para más tarde repetir sus “caricias”, pues le pasó una de sus manos en la entrepierna para tocarle el pene al menor.

Más tarde, escribió en su celular un mensaje de texto, en el que le hacía una insinuación morbosa.

Al ver que llegaba su madre, el niño le contó lo que le había hecho su pareja, por lo que se dio parte a las autoridades y se procedió a su detención.

El 29 de diciembre pasado, en horas de la mañana, aprovechando que la madre del menor fue a trabajar, encontrándose a solas en la vivienda que comparten en el fraccionamiento Diamante, empleando la fuerza física y moral, obligó al niño a hacerle el sexo oral y después lo penetró por la vía anal.

Este ataque se repitió el 31 de diciembre.