Confiesan robo en una iglesia y se van a casa

Jesús Humberto Kantún Gutiérrez (a) “El Coco” y Diego Eduardo Briceño Ancona (a) “El Triste”, decidieron confesar que robaron en la iglesia de San Cristóbal, durante las festividades de la Virgen Morena.

De esta forma, recibieron todos los beneficios de un procedimiento abreviado del Nuevo Sistema de Justicia Penal, estableciéndose una pena de 3 años y 9 meses de prisión y 57 días-multa, lo que les permitirá recobrar la libertad.

Fue la juez de control Blanca Beatriz Bonilla González quien dio su visto bueno a la sanción corporal que acordaron las partes, por el delito de robo calificado.

Los condenó también al pago de la reparación del daño, aunque será el denunciante el que acredite el monto ante un juez de ejecución de sentencia.

Los amonestó públicamente; suspendió sus derechos políticos, y otorgó beneficios de suspensión de la condena mediante un pago.

Los hechos fueron denunciados por Alejandro Rosado Reyes, en su carácter de Apoderado Legal de la Arquidiócesis de Yucatán.

Como se recordará, aproximadamente a las 00:40 horas del 20 de noviembre, los sujetos se introdujeron a la oficina parroquial de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en la calle 69 entre 50 y 50-A, que se encontraba cerrada a esa hora.

Del lugar, se apoderaron de un desarmador, un cutter, una tijera, un reloj, una cartera, 5,140 pesos, una lap top, un disco duro, 5 playeras y notas de remisión, todos propiedad de la Arquidiócesis de Yucatán.

Para su mala suerte, fueron descubiertos por el párroco José Candelario, quien dio parte a la Policía Municipal de Mérida, cuyos elementos acudieron y los detuvieron con todo y botín.

Ambos cuentan con amplio historial delictivo. “El Coco” fue en su adolescencia un pandillero, integrante de la banda “El Silencio”, del sur de la ciudad, y hace años estuvo implicado en la muerte del rapero yucateco Jonathan Alberto Puerto Gutiérrez (MC Chicharra), pero quedó en libertad al poco tiempo porque fue juzgado como menor de edad.

“El Triste” también cuenta con su historia, con varios ingresos a la cárcel por delitos derivados del consumo de alcohol y las drogas