Se agarran a golpes durante un careo en pleno Juzgado Penal
Un careo en un Juzgado Penal terminó en pleito, cuando dos sujetos que participaban en una diligencia llegaron a los golpes en pleno tribunal.
Aunque las cosas no pasaron de un izquierdazo y un derechazo en pleno rostro, la diligencia estuvo a punto de cancelarse y los comparecientes casi terminan encarcelados.
Los hechos ocurrieron este día en el Juzgado Octavo Penal, donde se carearon Fernando Germán Mukul Can (a) “El Capi” y Manuel Eduardo Jiménez Hernández, quien fue denunció por 400,000 por la compra de una casa en Progreso.
La diligencia transcurría normal hasta que Jiménez Hernández comenzó a insultar al otro sujeto, al que llamó “muy chismoso”.
Molesto por el calificativo, Mukul Can se avalanzó sobre el otro sujeto y le propinó un gancho al hígado y u derechazo al rostro de su oponente, quien se defendió y también le propinó un par de izquierdazos.
La diligencia era llevada por una técnico judicial, por lo que ésta no pudo hacer más que conminarlos a que guardaran el orden.
Intervinieron otros empleados y los rijosos se calmaron cuando se les advirtió que se los llevaría la guardia policial del lugar.
Jiménez Hernández está libre porque pagó una fianza de casi $500,000. (Agencia Yucatán Press)
Aunque las cosas no pasaron de un izquierdazo y un derechazo en pleno rostro, la diligencia estuvo a punto de cancelarse y los comparecientes casi terminan encarcelados.
Los hechos ocurrieron este día en el Juzgado Octavo Penal, donde se carearon Fernando Germán Mukul Can (a) “El Capi” y Manuel Eduardo Jiménez Hernández, quien fue denunció por 400,000 por la compra de una casa en Progreso.
La diligencia transcurría normal hasta que Jiménez Hernández comenzó a insultar al otro sujeto, al que llamó “muy chismoso”.
Molesto por el calificativo, Mukul Can se avalanzó sobre el otro sujeto y le propinó un gancho al hígado y u derechazo al rostro de su oponente, quien se defendió y también le propinó un par de izquierdazos.
La diligencia era llevada por una técnico judicial, por lo que ésta no pudo hacer más que conminarlos a que guardaran el orden.
Intervinieron otros empleados y los rijosos se calmaron cuando se les advirtió que se los llevaría la guardia policial del lugar.
Jiménez Hernández está libre porque pagó una fianza de casi $500,000. (Agencia Yucatán Press)
Comentarios recientes