Tras demostrar con sus acciones que «no tiene remedio», un juez le negó la libertad condicional al ladrón reincidente David Alejandro Granados Mijangos, (a) “El Pollo”, quien asalto violentamente un predio al que llegó con el pretexto de llevarle flores a la dueña de la casa.

Luis Edwin Mugarte Guerrero, titular del Juzgado Segundo de Control, dispuso contra el sujeto como medica cautelar la prisión preventiva por 8 meses.

Esto a pesar de que el delincuente intentó evadir a toda costa la acción de la justicia, para lo cual argumentó que estaba enfermo y que no podía asistir a la audiencia en la que se le imputaría.

Y es que el pasado sábado fue citado por el Juez para la audiencia de formulación de imputación, pero envió una constancia médica justificando su inasistencia.

Entonces, se citó al médico con apercibimiento y éste corroboró que el sujeto ya estaba en condiciones de acudir a la diligencia, de manera que al día siguiente se llevó la audiencia de formulación de imputación, por los cargos de robo cometido con violencia y robo calificado,

En la audiencia, el juez le ordenó quedarse en prisión por el violento robo, rechazando así liberarlo con ciertas concesiones, pues quedó en evidencia que el uso de un brazalete electrónico no le impidió segur delinquiendo.

El juzgador concedió al Ministerio Público un mes para el cierre de las investigaciones complementarias.

Como informamos, «El Pollo» y otro individuo que está prófugo, asaltaron un predio de la colonia Leandro Valle y se llevó $105,000 en efectivo.

Aunque lograron darse a la fuga, la policía pudo identificar a Granados Mijangos gracias a que portaba brazalete electrónico, pues gozaba de libertad condicional por uno de los muchos hurtos que ha cometido.

De acuerdo con el expediente, el robo ocurrió el pasado primero de abril, alrededor de las 10:30 horas, cuando los delincuentes llegaron al predio de la Leandro Valle y «El Pollo» llamó a la puerta cargando con un arreglo floral.

Al salir la empleada doméstica, David Alejandro le dijo que le mandaban flores a la licenciada, refiriéndose a la dueña de la casa, por lo que la mujer quiso tomar el envío, pero él le dijo que le permitiera dejarlo en la mesa, a lo que ella le insistió en que se lo diera.

Al ver la firmeza de la empleada, el sujeto cambio de planes y entonces le pidió un vaso con agua, pero aprovechó que ella se volteó y la sometió tomándola por el cuello.

Luego, entre los dos la ataron con un cable, y ellos subieron a una habitación, donde se apoderaron de 105 mil pesos y una computadora.

A la doméstica le quitaron el celular y le pusieron otro cable en las manos, para luego escapar del lugar.