El Gobierno del Estado dio un ultimátum a restauranteros, cantineros, dueños de licorerías y de otros negocios que venden bebidas alcohólicas para que paguen un impuesto vigente desde principio de año.

Todos deben pagar el 4.5% de sus ventas, lo que propiciaría que algunos ajusten sus precios hacia arriba, aunque otros ya lo han hecho desde enero cuando entró en vigor el gravamen.

Según se informó, la Agencia de Administración Fiscal de Yucatán (AAFY) envía desde hace unos días exhortos a los cientos de negocios que venden bebidas alcohólicas para que cumplan su obligación del pago del Impuesto a la Venta Final de Bebidas con Contenido Alcohólico (IVFBCA).

Y es que todo indica que muy pocos han cumplido con el pago, por lo que deberán inscribirse en el Registro Estatal de Contribuyentes (REC) a través del formato AAFY-01 y pagar en una sola declaración los meses atrasados a más tardar el miércoles 17 de este mes.

El IVFBCA es un nuevo impuesto que aprobó el Congreso del Estado en diciembre de 2018 y se aplica a todos los productos con contenido alcohólico, excepto la cerveza.

Deberá pagar toda persona física o moral que realice en el territorio del estado la venta final en envase cerrado de bebidas con contenido alcohólico.

El impuesto fue por el Decreto 26/2018 y se publicó en el Diario Oficial el 31 de diciembre de 2018.

El sector restaurantero, que en su momento se manifestó en contra de este puesto, ha señalado que el pago propiciará que las bebidas alcohólicas subirán de precio cuando los negocios empiecen a pagar el impuesto.