Pasará 20 años en la cárcel por intentar matar a su ex

El Juez Segundo de control, Luis Edwin Mugarte Guerrero, sentenció a 20 años de cárcel a Víctor Alejandro Aguilar May, quien intentó matar a su ex mujer en el sur de Mérida.

El fallo se dio mediante un proceso abreviado solicitado por la Fiscalía y en el que estuvo de acuerdo el acusado, quien se declaró culpable a cambio de no recibir los 33 años de cárcel con que se castiga el delito de feminicidio agravado en grado de tentativa.

En audiencia pública celebrada esta mañana en el Centro de Justicia Oral de Mérida (CJOM), el juez explicó las sanciones impuestas, que incluyen 415 días de multa, amonestación pública, suspensión de sus derechos políticos y sin beneficios sustitutivos, por lo que deberá salir de prision a los 52 años, pues tiene 32.

Igualmente el pago en abstracto como reparación del daño en favor de la víctima directa e indirectas la mujer y sus menores hijos y la prohibición de acercarse al domicilio o lugar en donde se encuentre la mujer por el término de tres años posteriores al cumplimiento de las sanciones.

Los hechos acusados ocurrieron el 7 de febrero del año en curso, aproximadamente a las 20:00 horas, en la vía pública de la colonia Nueva San José Tecoh III.

El sujeto trataba de regresar con la mujer, Daniela Magaña Quiñónez, pero ella ya había reiniciado otra relación e incluso llevaba un bebé en brazos, producto de su relación con su nueva pareja.

Cuando Daniela, de 24 años de edad, descendió del autobús, fue interceptada por su ex pareja, quien llevaba un arma blanca y tras gritarle que «si no eres para mí, no serás para nadie», la apuñaló repetidas veces, hasta hacerla caer al piso desangrándose.

La mujer salvó la vida al recibir apoyo y atención de cuatro personas que estaban en el lugar y el posterior auxilio de paramédicos y médicos especialistas.

El agresor huyó, no sin antes levantar al bebé y entregarlo a una vecina, y luego elementos de la Secretaría de Seguridad Pública lo detuvieron.

En la diligencia, el Juez Mugarte Guerrero explicó que el agravante del delito se debió a que el acusado tuvo una relación sentimental con la víctima, pretendió infructuosamente restablecer relación con ella y ejerció violencia familiar y amenazas en su contra y en contra de sus menores hijos.