Prometen vengar a un alto  general iraní muerto en un ataque de EE.UU.

Este jueves tres misiles impactaron contra un convoy que transportaba altos cargos iraníes cerca de la terminal de carga aérea del aeropuerto internacional de Bagdad. Entre ellos estaba Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds —una unidad de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica—, que murió en ese ataque.

El Pentágono confirmó que los ataques fueron dirigidos contra objetivos vinculados con Irán.

El general Qassem Soleimani, de 62 años, era el comandante de la Fuerza Quds, la unidad del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica responsable de las operaciones especiales fuera del territorio de Irán. Esta agrupación fue designada como una organización terrorista por Estados Unidos el año pasado.

En el mismo ataque murió el vice comandante de las Fuerzas Populares de Mobilización, Abu Mahdi al-Muhandis, y otros tres militares ligados a Irán.

Tras el ataque, el líder supremo de Irán, Alí Jameneí, dijo a los «criminales» que mataron a Soleimani les espera una dura venganza. Jameneí declaró tres días de luto por la muerte del general

Las Fuerzas Quds fueron responsables de cientos de atentados en los que murieron decenas de soldados de la coalición estadounidense y miles resultaron heridos, incluido el que mató a un contratista el pasado 27 de diciembre, agregó el Departamento de Defensa.

¿Quién era Soleimani, el hombre de confianza del ayatolá Jamenei?

El general fallecido de la Guardia Revolucionaria era considerado uno de los hombres más cercanos al ayatolá Ali Jamenei, líder de la Revolución Islámica de 1979 y máximo dirigente clerical del país.

Este hombre era responable de las operaciones secretas de Irán en el exterior. Bajo de estatura y discreto fue uno de los operadores más temidos en Medio Oriente por Estados Unidos y sus aliados. Bajo su dirección, Irán desempeñó un papel decisivo en los conflictos de Siria e Irak, según un reportaje del Washington Post.

Nació en la región montañosa del sureste de Irán en el seno de una familia humilde y se unió en su juventud a la Guardia Revolucionaria, una organización que nació para defender la Revolución Islámica.