Aprovechando la «buena voluntad» de las autoridades, una empresa foránea obtuvo los permisos respectivos para instalar en diferentes puntos de Mérida contenedores recolectores de pilas usadas que cuentan con carteleras donde estás compañías venden publicidad.

Sin embargo, todo indica que lo de la recolección de las pilas fue solo un «gancho» para obtener los permisos, ya que no se recolectan las baterías que la gente ahí depositan.

Una muestra de ello es la «cartelera-recolectora» instalada a las puertas de la preparatoria 1 de la UADY, que solo sirvió a la compañía para instalar la publicidad que vende, pues nunca se recolectaron las pilas y los dos contenedores están al tope.

Sin embargo, la gente sigue depositando ahí sus pilas, por lo que al no haber espacio quedan regadas en el suelo, toda vez que las personas las dejan «asentadas» aunque ya no quepan.

La compañía, en teoría, es la que debería recolectar las pilas y depositarlas en el tiradero final y hacerlo a través de empresas especializadas y autorizadas para ello.

En la ciudad hay más carteleras de este tipo y es probable que estén en las mismas condiciones.

En este caso, el Ayuntamiento de Mérida regula la publicidad en el municipio, de manera que es la que autorizó las «carteleras evológicas».

Sien embargo, debido a que las pilas son residuos peligrosos, su traslado y disposición final es regulado por la SEMARNAT y solo puede hacerlo las empresas certificada para el manejo de residuos peligrosos