'Ha vuelvo a firmar', les dijo delincuente a jueces que lo liberaron
El nuevo sistema de justicia no ha permeado entre los delincuentes de Yucatán, que lejos de tomar sus beneficios como una oportunidad para regenerarse, lo ven como una ventana para sustraerse del brazo de la ley.
Precisamente esto fue lo que le sucedió con Carlos Alberto González Solís, acusado de robo en pandilla y a quien el juez de control de Kanasín le dio la oportunidad de seguir su proceso penal con la prohibición de salir del Estado y comparecer cada viernes en una agencia del Ministerio Público.
Sin embargo, González Solís no se presentó al resto de las diligencias programadas. En consecuencia, se emitió una orden de captura en su contra, que al fin se dio por cumplida y el individuo estará en prisión por lo menos cuatro meses.
Fue denunciado por Rufino Eustaquio Gómez García por el delito de robo calificado cometido en pandilla. El juez de la causa fue Rómulo Antonio Bonilla Castañeda.
El 19 de enero pasado, aproximadamente a las 4 de la mañana, Carlos Alberto y sus cómplices Carlos Orlando Canté Canul y Felipe de Jesús Chan Uc llegaron al predio número 525 J de la calle 54 entre 55 y 57 de Reparto Granjas, Kanasín, a donde se introdujeron rompiendo cristales y se apoderaron de un amplificador y una copiadora con escaner, pero fueron descubiertos por el propietario del predio, que los vio salir llevando sus pertenencias.
Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, pidieron a los vecinos que les permitieran revisar los techos y encontraron a los tres sujetos agazapados en un predio aledaño con todo y botín.
Se procedió al arresto y puesta a disposición de las autoridades ministeriales.
En el caso de González Solís, el juez le permitió seguir el proceso en libertad, siempre y cuando cumpliera las condiciones antes mencionadas.
El 26 de febrero el imputado no compareció, a pesar de ser debidamente notificado, a la audiencia de revisión de medidas cautelares.
En consecuencia, el 3 de marzo se liberó una orden de aprehensión en su contra.
Lo hemos estado expresando en diversos foros, ese nuevo sistema de justicia penal acusatorio, es una farsa que solo le está llenando el bolsillo a unos pillos, no funciona para la sociedad, y pregunten uds de los medios cuanto es el monto del contrato anual de la empresa que les renta los brazaletes electrónicos, más de 60 mil pesos mensuales para cuidar a un méndigo ratero de colonia. NO SE VALE