Ayer por la tarde, agentes investigadores de la Policía Ministerial y personal de la Dirección de Servicios Periciales, de la Fiscalía General del Estado, acudieron al Fraccionamiento San José Tzal, ubicado al sur del municipio de Mérida, donde se encontraban los cadáveres de 4 personas, en el interior del predio marcado con el número161, de la calle 161b, entre la 42 y 44. Con relación a este hecho y resultado de las investigaciones realizadas hasta el momento, la Fiscalía General del Estado informa que los cuatro cuerpos encontrados en el lugar, y que fallecieron producto de distintas lesiones causadas con una misma arma de fuego, calibre .32, han sido identificados como; 1) Gregory Hidalgo Magaña Salazar, de 3 años de edad2) Janie Rosaura Salazar Pérez, de 35 años de edad3) Gregorio Hidalgo Magaña Cervantes, de 40 años de edad4) Carlos Francisco Ucaña Salazar, de 9 años de edad Los trabajos periciales realizados en la escena del crimen, indican que Janie Rosaura Salazar Pérez, esposa de Gregorio Hidalgo Magaña Cervantes, habría sido ultimada por éste último de cuatro impactos de bala, así como los menores Gregory Hidalgo Magaña Salazar y Carlos Francisco Ucaña Salazar, con dos impactos cada uno. Del mismo modo, Gregorio Magaña Cervantes, antes de quitarse la vida con el arma de fuego que utilizó para este crimen, disparó en contra de la menor G.R.M.S, de dos años de edad, quien se encuentra inconsciente y con respiración artificial a consecuencia de lesiones producidas con arma de fuego, así como en contra de la menor, M.M.U.S, de 13 años, que presenta lesiones dermoabrasivas, que no ponen en riesgo su vida, producidas también con la misma arma de fuego. En el lugar fueron encontrados varios casquillos percutidos, así como 4 proyectiles útiles cargados en el arma calibre .32, hallada junto al cuerpo de Magaña Cervantes, y uno más, también útil y del mismo calibre, en una bolsa de su camisa. Finalmente cabe señalar que como parte de las investigaciones, se han recabado testimonios de que Gregorio Hidalgo Magaña Cervantes, dedicado a la compra venta de vehículos usados, era considerado como una persona agresiva y mantenía al interior de su familia situaciones de violencia intrafamiliar que habrían causado la separación de la pareja, meses atrás.