Drogos, pero no asesinos: Tribunal los absuelve de matar y destazar a su amigo de parranda
En un fallo inesperado, el Tribunal Primero de Enjuiciamiento declaró no culpables a 3 sujetos acusados de matar y destazar a un compañero de parranda en la frontera entre Kanasín y Mérida.
Dos de los declarados Inocentes son hermanos y junto con el tercer implicado y la víctima formaban parte del escuadrón de la muerte, conocidos así por su adicción al alcohol y las drogas. en la colonia Francisco Villa Oriente,
Los jueces del Tribunal consideraron insuficientes las pruebas para culpar a los sujetos de la muerte de Enrique Armando Escalante Iuitz,
El fallo estuvo a cargo de los jueces Fabiola Rodríguez Zurita, Niger Desiderio Pool Cab y Nidia Guadalupe Celis Fuentes, quienes llegaron al veredicto por unanimidad de votos,
Los presuntos implicados en el crimen son los hermanos Yumberh Alberto y José Felipe Quiñones Barrera, además de Andrés Mateo Rodríguez Sosa (a) “Vaquita”
Según la carpeta de investigación, los hechos ocurrieron entre el 21 de Octubre del 2019 y el 9 de noviembre, en un predio de la calle 14 entre la 65-A y 65-B de esa colonia, perteneciente a Kanasín, donde se presume que los imputados causaron la muerte de la víctima, para después destazarlo parcialmente y arrojar su cuerpo en una fosa ubicada en el interior del citado predio.
Fue ultimado con un cuchillo y una piedra. La acusación de la Fiscalía señalaba que los tres acusados eran ex reclusos que conocieron en el penal al ahora occiso y lo mataron durante una tertulia.
Su cuerpo fue hallado mucho tiempo después, toda vez nadie notó y, mucho menos, denunció su desaparición.
La muerte, según la Fiscalía, se dio después que la víctima peleara con uno de los hermanos, de manera que entre los tres le cortaron el cuello y lo remataron con una piedra, para luego arrojar el cuerpo a la fosa séptica.
No se sabe con exactitud el día que lo mataron porque se deshicieron del cuerpo y nadie notó la desaparición de la víctima porque era un bebedor consuetudinario sin amor propio o ajeno.
Sin embargo, a uno de los presuntos homicidas le dio remordimiento y le contó lo sucedido a un familiar, lo que permitió que las autoridades se enteraran y localizaran el cadáve
Los hermanos Quiñones Barrera eran conocidos en esa colonia por violentos, pues se dedicaban a asaltar a transeúntes y consumir bebidas embriagantes y drogas. El tercer implicado también tenía historial delictivo, lo mismo que la víctima.
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