Si vives en colonias y fraccionamientos ubicados entre el sur y Oriente de Mérida, generalmente te quejabas de la falta de presión del agua potable en tu casa. 

Ahora se sabe que esto era porque habia una fisura de gran tamaño en la tubería de salida del cárcamo de la 42 Sur de la Japay. 

Y aunque la fuga que provocaba esta fisura se  detectó hace ocho meses, no se había podido reparar, hasta ayer que la Japay reemplazó un tramo de 18 metros de la tubería de acero de 30 pulgadas que estaba dañada. 

En su lugar, se colocó un poliducto de alta densidad de 24 pulgadas, con lo que, según la Japay, se logrará mejorar el suministro del vital líquido en 25 colonias de esa zona de la ciudad.

Las colonias y fraccionamientos que se verán beneficiadas son Sarmiento, María Luisa, Cinco Colonias, Miraflores, Canto, San José,  Morelos Oriente, Dolores Otero, Delio Moreno, Esperanza, Santa Rosa, Vicente Solís, Azcorra, parte del Centro, Mercedes Barrera, ex Cerillera, Quinta Santa Rosa, Villas La Macarena, Unidad Morelos, Morelos Fovissste 1 y II, Lourdes y Jardines Miraflores. 

El actual encargado del despacho de la Japay explicó que en atención de varios reportes de baja presión en la zona, personal de la dependencia revisó los alrededores del cárcamo con un geófono para detectar fugas por medio del sonido.

Como resultado, desde hace aproximadamente ocho meses se localizó una fisura de gran tamaño en la tubería de salida, donde se perdía aproximadamente un volumen mínimo de 30 litros por segundo de agua, equivalente a dos millones 592 mil litros al día, suficientes para dar el servicio a 13 mil habitantes.

Tras la evaluación y diseño de una estrategia adecuada para resolver el problema, se optó por sustituir la vieja pieza de acero de 30 pulgadas por un poliducto de alta densidad de 24 pulgadas, material que tiene un tiempo de vida mínimo de 80 años, no acumula sarro y que, debido a su elevada resistencia, permitirá operar los tres equipos del cárcamo actual.

La tubería que se retiró solo podía funcionar con dos bombas, lo que provocaba baja presión en, por lo menos, 25 colonias del sur de la ciudad. La nueva arteria requirió de una preparación especial, pues a diferencia de los tradicionales caños que se unen mediante juntas con tornillos y soldadura, éste requirió de un proceso de termofusión con un herramientas especiales.

La pieza de acero tenía unos 60 años de antigüedad y ya presentaba un deterioro bastante severo en una longitud de 17 metros, tramo que se calcula pesa 30 toneladas, un 50 por ciento más que el poliducto de alta densidad que la reemplazó, que es de aproximadamente de 10 toneladas.

Personal de la Japay trabajó durante ocho horas para lograr dicha hazaña, con la colaboración de 25 ingenieros y fontaneros calificados y el apoyo de una grúa de 25 toneladas.