La tarde y noche de este lunes se presentó una intensa tormenta en buena parte de Campeche y sur de Yucatán, la cual generó inundaciones importantes en el municipio de Tekax. Los acumulados de precipitación alcanzaron entre los 60 y 70 mm en pocas horas sobre la zona, sorprendiendo a los pobladores. Esta situación se presentó debido a nuestra vaguada maya.

Los análisis meteorológicos iniciales no mostraron sobre la región peninsular algún sistema organizado, como por ejemplo una onda tropical o una baja presión, que generalmente propician lluvias importantes. No obstante, había señales de inestabilidad en niveles altos, esperando que ocurra algo en superficie para engendrar tormentas fuertes.

Al final de la tarde las tormentas empezaron a desarrollarse con la formación de una vaguada térmica a lo largo de la península, a la cual le llamamos “vaguada maya” por su orientación sobre los estados de la península de Yucatán y parte de Chiapas y Guatemala, zonas donde se estableció esta civilización en el pasado.

Este fenómeno peculiar entró en fase con la inestabilidad en altura, y concentró el aire cálido y húmedo sobre el estado de Campeche y sur de Yucatán, donde se presentaron tormentas intensas que dejaron caer grandes cantidades de precipitación. Cabe destacar que la situación se agravó localmente en la zona de Tekax, por que la mayor cantidad de lluvia se presentó en la sierrita, donde se forma la conocida “bomborota” cuando se dan condiciones muy lluviosas.

¿Cómo se forma la “vaguada maya”?

La vaguada maya es técnicamente una vaguada térmica que se forma todas las tardes sobre la región. Se forma después del mediodía por el calentamiento diurno que se da en la zona. El aire caliente al ser más liviano asciende, dejando un vacío debajo de él y da forma a un canal de baja presión.

Esta vaguada absorbe aire húmedo de su entorno, proveniente del Golfo de México y mar Caribe, el cual sopla del noroeste desde la costa de Campeche, del noreste desde la costa de Yucatán y del este desde la costa de Quintana Roo. Una vez que convergen estos vientos, forman nubosidad que en ocasiones genera tormentas a lo largo de su eje cuando existe la suficiente inestabilidad, como por ejemplo cuando está en fase con sistemas meteorológicos en niveles altos de la troposfera, o con la llegada de ondas tropicales, entre otros.

No obstante, por sí sola esta vaguada térmica puede causar tormentas sin que interactúe con otros sistemas meteorológicos. Aunque se presenta la mayor parte del año, es generalmente para la primavera y el verano cuando es factor clave para que se manifiesten tormentas, sobre todo por el calor y la humedad. También su orientación diaria influye específicamente en qué zonas lloverá.

De esta manera, además de los ya conocidos fenómenos meteorológicos que generan lluvias en la Península de Yucatán, nuestra región cuenta con un fenómeno meteorológico propio, que es prácticamente una fábrica de tormentas.