Como si fuera un explotador hacendado y como si los progreseños fueran sus peones, el alcalde de Progreso, Julián Zacarías Curi, «exhibió» a los ciudadanos del vecino puerto como «exigentes» por solicitar la construcción de más calles.

Ante el secretario de Turismo del Gobierno de México, empresarios y autoridades estatales, el presidente municipal del vecino puerto se quejó de que él se está esforzando mucho por embellecer Progreso para los turistas, para lo cual está haciendo muchas mejoras, entre ellas nuevas calles, pero la gente siempre pide más.

Fue un momento incómodo que dejó caras de asombro entre los invitados al lanzamiento de inversiones y productos turísticos de la región Mérida, capital cultural y gastronómica del sur de México, y la Riviera Yucatán.

Como si fuese su destino manifiesto ser la autoridad de los progreseños, Zacarías que no se percató del error político que cometió, y siguió leyendo su discurso, por cierto con respiración agitada y haciendo por momentos pausas como si se desconectara del mundo.

No es la primera vez que este alcalde «regaña» a sus ciudadanos como si fueran los peones explotados de su hacienda. En los meses en que se paralizaron las actividades por la pandemia de Covid-19 salió a callar a los progreseños que se manifestaban frente al palacio municipal en demanda de apoyos alimentarios.

«Al que no se calle no le toca, al que vuelva a hablar no le toca nada», les dijo a los ciudadanos que «exigían» despensas con que alimentar a sus familias ante la inactividad pesquera dispuesta para contener el coronavirus.