Talibanes ordenan “decapitar” maniquies en tiendas para mujeres

En medio de la crisis económica y la pandemia de COVID-19, el Talibán parece estar más ocupado en las políticas que impactan de manera negativa en los derechos de las mujeres —y de la ciudadanía en general—, luego de que en Herat, Afganistán, ordenó “decapitar” a las maniquies en las tiendas de ropa para mujer.

. Esta orden se suma al historial que comenzó —ahora con el regreso del Talibán al poder en Afganistán— con el borrado de las fotos e imágenes de mujeres en los salones de belleza o la orden que les impide viajar solas.

Tolo News dio a conocer esta historia desde el 30 de diciembre de 2021 y ahora, recién arrancó el 2022, medios internacionales como Le Monde la han retomado —debido al fuerte impacto en los derechos de las mujeres y la percepción que el propio gobierno afgano tiene de ellas, pese a que había prometido una especie de amnistía.

Esta orden la dio el grupo Talibán que tomó la ciudad de Herat —la tercera más grande de Afganistán, ubicada en el oeste del país—, ¿por?

Según Aziz Rahman, jefe del Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del vicio en Herat, la “decapitación” de las maniquies es para hacer valer la ley islámica —porque, de acuerdo a su interpretación, Alá no puede entrar en estos comercios en tanto los dueños no cubran o corten las cabezas de las maniquies.
Como ven, sigue existiendo una carga simbólica muy fuerte en contra de los cuerpos y rostros de las mujeres por parte del Talibán.
Del otro lado de la moneda, entrevistados por la AFP, algunos comerciantes se han quejado de esta orden por la inversión que hicieron en la compra de las maniquies. “¿Cómo esperan que vendamos?”, han dicho.

Sin embargo, a pesar de las quejas, los comerciantes han tenido que cumplir y desde inicios de enero de este 2022, recorrer las calles de Herat es también toparse con tiendas de ropa cuyas maniquies están cubiertas o decapitadas, de acuerdo con corresponsales.

Las escenas son desgarradoras, y esto apenas es el inicio. La rápida caída del gobierno de Afganistan a manos del régimen Taliban tiene todos los ingredientes para convertirse en una de las mayores tragedias humanas de la era moderna; no sólo por la crisis geopolítica que ello significa, sino también por las vidas humanas que están en peligro