Las cosas que pasan fuera de Mérida son de llamar la atención y como ejemplo tenemos el caso del policía de Dzidzantún Acrelio Calam Balam, quien le robó unas alhajas a su cuñada y luego las empeñó.
El poli ya admitió el robo y sus superiores no lo vieron mal, pues se limitaron a decirle que debe deolver lo robado o el equivalente en dinero el próximo día 16 de estre mes, pero continúa en su puesto como si nada.
A él lo acusó su cuñada Francisca Chan Quijano, de 34 años de eda, quien dijo que el poli, mejor conocido como “Campechano”,le robó las alhajas a su hija Norma Guadalupe, de 18 años.
Las robó durante un conivvio familiar y luego fue a empeñar los dos anillos y una esclava de oro que tomó de la casa.
Gilberto Zaldívar, quien tiene un local en la calle 21, dijo que el poli le empeñó las alhajas, pero el no sabía que eran robadas,
Durante un careo ante el juez de paz Santiago Rico, “Campechano” aceptó devolver los objetos robados o el dinero correspondiente, a más tardar el próximo viernes 16, pero a ver si cumple el rata de dos patas.
.