Perdonan a yucatecos detenidos en Cuba

Dos progreseños que permanecian presos en Cuba fueron repatriados y traídos a Yucatán, donde cumplirán las condenas impuestas en la isla propiedad de Fidel Castro.
Otros seis reclusos mexicanos presos en Cuba también llegaron al país junto con los yucatecos.
El reporte completo de la PGR indica que cCon base en el Tratado sobre Ejecución de Sentencias Penales suscrito entre México y Cuba, ayer autoridades cubanas entregaron a sus contrapartes mexicanas a ocho connacionales, quienes se encontraban recluidos en la prisión de La Condesa, Provincia Habana, al haber sido sentenciados por cortes de aquel país por su responsabilidad en la comisión del delito de tráfico de personas.
Al arribar a territorio nacional y con el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, fueron trasladados e internados en los Centros de Readaptación Social previamente designados por dicha dependencia federal.
Dos de los trasladados fueron detenidos el 31 de mayo de 2005 en aguas territoriales de la República de Cuba por un barco guardacostas de la Marina de ese país cuando se dirigían de Puerto Progreso, Yucatán, a Río Hondo, Cuba. En dicho sitio recogerían a varias personas que previamente les habían pagado para salir del país y ser traídas a territorio mexicano, para posteriormente ser conducidas a los Estados Unidos de América.
Una persona más fue detenida el 2 de abril de 2008 en las costas de la isla por elementos de la policía local al tratar de transportar a 23 nacionales cubanos de manera ilegal.
Otro fue detenido el 6 de septiembre de 2008 en las costas de Pinar del Río, cuando elementos de la Guardia Costera cubana detectaron su lancha rápida en aguas territoriales de ese país. Una vez detenido, confesó que su trabajo era transportar a habitantes de la isla a territorio mexicano.
Finalmente, tres de de los reos mexicanos fueron interceptados por elementos de la Marina cubana, dos de ellos el 10 de diciembre de 2004 y uno el 6 de diciembre de 2005, y al ser detenidos confesaron que se dedicaban, junto con otros cómplices, a trasladar personas de nacionalidad cubana hacia México, para posteriormente internarlos de manera ilegal a la Unión Americana.
La entrega-recepción se realizó en el marco del Tratado entre ambas naciones sobre Cumplimiento de Sentencias Penales, el cual se constituye en una herramienta de carácter internacional que en términos del artículo 18 constitucional, es auxiliar en el proceso de readaptación de los reos que habiendo delinquido en otro país puedan cumplir su condena en prisiones cercanas a su entorno familiar.