MÉRIDA.- Dicen que la burra no era arisca, sino que la hicieron a palos, y algo así sucede con ejidatarios de Hoctún que se niegan a darle validez a un acuerdo reglamentario supuestamente para proteger las tierras de los núcleos agrarios.

Hace unos días se efectuó una reunión con los integrantes del ejido de Hoctún, donde se les expuso que la asamblea tiene que aprobar el mencionado cambio reglamentario, el cual establece que deben volver al ejido las tierras cedidas a hijos que permanezcan ociosas durante más de dos años.

El mismo precepto aplicaría a las tierras que se hayan cedido en el pasado a otras personas por acuerdo de las asambleas.

De acuerdo con las autoridades agrarias (federales), este cambio en el reglamento tiene que ser autorizado por las asambleas ejidales, y para ello acuden a hablar con los ejidatarios representantes del Registro Agrario Nacional.

Sin embargo, entre los ejidatarios hay desconfianza de que esto pueda utilizarse para despojarlos de sus tierras y entregárselas a la mafia inmobiliaria que quiere apropiarse de valiosos terrenos en Yucatán, pero a cambio de un mísero pago para los ejidatarios, como ha ocurrido en el pasado.

Al menos en Hoctún este cambio no fue bien recibido y generó gran inconformidad entre los ejidatarios, que ya advirtieron que no van a autorizar nada que permita la intervención de personas ajenas en las decisiones sobre sus tierras.