Otros dos ladronzuelos fueron enviados al penal y los acompañaron dos sujetos que los encubrieron.
Ahora les tocó el turno a Joel Martínez Barrientos, quien también se hace llamar Juan José May Chay y a Cristopher León Bolívar. a quienes se les imputa el delito de robo calificado denunciado por Isaac Alejandro Ávila Gorocica.
Junto con los amigos de lo ajeno, también fueron remitidos al reclusorio Pablo Sergio Heredia Fernández y Jesús Alberto Mezeta Tzab, por el delito de encubrimiento denunciado por el Lic. Guillermo Alberto Cupul Ramírez, Jefe del Departamento de Sanciones, Remisiones y Trámite de la Dirección Jurídica de la SSP.
Los ilícitos que se les imputan a los cuatro indiciados quedaron asentados en la averiguación previa 630/4ª/2010, en donde se señala que Martínez Barrientos y León Bolívar se introdujeron a un taller denominado “Centro de Reparaciones Integral”, ubicado en la calle 42 entre 7 y 9 de la colonia San Damián, a fin de sustraer objetos de valor.
Para acceder al sitio, mientras Martínez Barrientos se quedó afuera vigilando, León Bolívar brincó la barda del establecimiento y a través de una ventana se introdujo al local, en donde se apoderó de varios teléfonos celulares, cargadores, chips, pilas y computadoras tipo Lap Top, los cuales guardó en una mochila y un maletín para proporcionárselos a su acompañante, en tanto él salía del negocio.
Una vez que se encontraban en la calle, ambos caminaron al parque de la colonia Pensiones, en donde solicitaron los servicios del taxi Nissan, tipo Tsuru, con placas de circulación 4172 YSB, conducido por Jesús Alberto Mezeta Tzab, quien en ese momento estaba acompañado de Pablo Sergio Heredia Fernández.
Luego de que el conductor accedió a que los cacos abordaran el vehículo, estos le pidieron que los llevara hasta el “parque chino” y en el trayecto le dijeron que no tenían dinero para pagarle, pero que a cambio les darían una computadora que momentos antes habían sustraído de un negocio e incluso les ofrecieron llevarlos a un lugar en donde podían comprárselas.
Pese a saber que el objeto provenía de una acción ilícita, Mezeta Tzab y Heredia Fernández aceptaron dicha forma de pago, pero cuando se dirigían al sitio en donde venderían el equipo, fueron sorprendidos por agentes de la SSP, quienes procedieron a detenerlos para remitirlos a las autoridades ministeriales.
Los indiciados ya se encuentran en el Centro de Readaptación Social del Estado, en donde responderán por sus actos ante un juez penal.