MÉRIDA, Yucatán.- Ya bien lo dijo el gobernador Joaquín Díaz Mena: no es lo mismo ser borracho que cantinero, y esto va para todos, pero en especial para la diputada Neyda Pat Dzul, quien en el 2021 se opuso tanto al reemplacamiento de Mauricio Vila que incluso se manifestó frente al Palacio de Gobierno.

Hoy, ya en la posición de poder, no solo hasta fue corriendo a pagar sus nuevas placas sino que hasta promueve que lo hagan.

No cabe duda que la congruencia es una virtud ausente en los políticos de la Cuarta Transformación. Mucho años escupieron para arriba y ahora el gargajo les cae encima.

A ver cómo explica Neyda Pat por qué con Vila era repudiable el reemplacamiento y ahora es una panacea. Casi está de meme su actitud.

No cabe duda que el tiempo pone a cada quien en su lugar… sobre todo a los que tienen cola que les pisen.