Todo parecía alinearse para que Peter, quien se encuentra en fase terminal de una enfermedad crónica, cumpliera su último deseo: asistir a un partido de su amado Ajax en la Johann Cruyff ArenA, pero no contó con ciertas circunstancias.

Y es que una asociación logró que el club ajacied aceptara que el hombre asistiera al campo con todo y camilla y cuidadores, todo para alentar al equipo al que ha seguido durante años.
Y así fue… hasta el minuto 6, cuando la barra local comenzó a lanzar bengalas y otros objetos al campo de juego, poniendo en riesgo la seguridad de los jugadores y de otros aficionados.

Exactamente a las 20:00 horas, sonó el pitido inicial. Peter y su hijo estaban viendo al Ajax jugar en directo por última vez juntos, un momento muy especial para ellos. Pero después de solo cinco minutos, todo salió mal.

“Se lanzaron muchos fuegos artificiales desde la zona F. El partido se detuvo de inmediato y los jugadores abandonaron el campo. Tardó más de 40 minutos en disiparse el humo y que los trabajadores retiraran todos los restos de los fuegos artificiales del campo”, explicó la asociación WensenAmbulance, la cual se encargó de gestionar la experiencia.

La cantidad de humo tardó mucho en disiparse, pero a pesar de la amonestación realizada por el árbitro a los aficionados poco les importó, pues al reanudarse el partido volvieron a arrojar pirotécnia.

“El locutor del estadio anunció la reanudación del partido y recordó la prohibición de los fuegos artificiales. Sin embargo, solo pasaron unos diez segundos tras la reanudación para que se encendieran de nuevo. El árbitro decidió entonces suspender el partido definitivamente”, detalló.

Desde luego, no fue culpa del personal del Ajax: recibimos un apoyo excelente, incluyendo una salida rápida y segura del estadio, pero el partido se jugará a puerta cerrada. Ojalá, si se retransmite, Peter pueda verlo desde la cama”, detalló la asociación.

El órgano rector del torneo neerlandés señaló que el juego se reanudaría este 2 de diciembre, permitiendo que Peter y su comitiva fueran los únicos asistentes, pues se jugaría a puerta cerrada, pero el destino tenía otros planes.

Un partido que nunca se jugó
WensenAmbulance señaló que, aunque los encargados del Ajax ya esperaban con ansiedad la llegada de Peter al estadio de Amsterdam, el fanático ya no pudo asistir debido a que su salud se complicó.

Decepción… y esperanza
La comitiva de Peter decidió retirarse del estadio para evitar mayores problemas que pudieran complicar la ya deteriorada salud del hombre, quien volvió con tristeza al nosocomio.

Tras la interrupción del partido, volvimos inmediatamente a la ambulancia y nos dirigimos al hospicio. Llegamos decepcionados. Peter fue llevado de nuevo a la cama, donde le regalaron un Brammetje, nuestra mascota, como recuerdo de este día tan especial

De esta manera concluyó lo que sería un bonito último deseo de un hombre, acompañado de su hijo, quien lucha contra una enfermedad terminal. En el césped, el Ajax venció al Groningen por 2-0.