Acusado de eyacular en el café de su compañera de trabajo y en la mesa del despacho de la mujer, John R. Lind, oriundo de Minnesota y de 34 años, se sentó en el banquillo de los inculpados por estas dos causas.
Una empleada de la empresa Beisswenger’s (Nueva Brighton, Minessota) avisó a la policía advirtiendo que uno de sus compañeros había manchado su mesa de trabajo con fluidos corporales. Tras observar que se encontraba en una extraña postura apoyado sobre la mesa de oficina, y que cuando se acercó a él, este se vio sorprendido y abandonó rápido la sala para regresar unos segundos después con una supuesta pregunta de la que se había olvidado formular.
La mujer que sorprendió a su compañero John R. Lind, al percibir el comportamiento extraño, fue a investigar su mesa y se encontró con un fluido en la superficie de la misma y una diadema elástica, de las que habitualmente se utilizan para recoger el pelo, empapada. En ese momento decidió llamar a la policía. Los agentes, una vez allí, recogieron varios objetos en calidad de pruebas entre los que se encontraban la taza del café y la cinta para recoger el pelo.
Llamado a declarar, el sospechoso John R. Lind admitió que en los últimos seis meses había eyaculado al menos en un par de ocasiones en el café de su compañera, y otras cuatro veces sobre la mesa de su despacho. También le contó a la Policía que su compañera de trabajo le atraía, y que se había comportado de esa manera para hacérselo ver, a pesar de que sabía que era «grosero e incorrecto».
La empleada que llamó a la Policía admitió que a lo largo de los últimos seis meses su café le supo de una forma distinta a lo habitual en más de dos ocasiones.
Lind se enfrenta a una pena de un año de prisión y/o a una multa de 4.500 dólares.